Intervenciones federales durante las presidencias de Agustín P. Justo, Roberto Ortiz y Ramón S. Castillo 1932-1943
Autor | Alfredo Vítolo |
Páginas | 443-491 |
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En 1929 comenzó a deteriorarse la imagen del gobierno presidido por Hipólito Yrigoyen. La UCR ya no era la misma y había perdido parte de su concepción mística y ética de movimiento reparador. Tampoco era igual el mundo y la Argentina. Además, ayudó a ese deterioro la crisis mundial que complicaba nuestro comercio internacional y dificultaba nuestro desarrollo económico.
Los grupos nacionalistas, que eran profundamente antidemocráticos y se desenvolvían al margen del sistema, después de actuar inorgánicamente durante varios años, lograron unificarse en 1930 bajo la conducción del general José Félix Uriburu quien, de inmediato, comenzó las tareas para organizar una revolución destinada a desalojar del poder al presidente Yrigoyen e instaurar un nuevo sistema político afín a las ideologías fascistas que estaban de moda en Europa.
La primera misión cumplida por el general Uriburu fue la de sumar a su movimiento a los sectores militares de orientación conservadora que se nucleaban alrededor del general Justo y extender su actividad a sectores políticos vinculados al conservadurismo. El proyecto revolucionario, desde el comienzo se planteó en dos direcciones. Los nacionalistas conducidos por Uriburu estimaban que debía realizarse una autentica revolución y un cambio en el sistema político, implantándose un régimen corporativo. El sector liderado por el general Justo sostenía la necesidad de entregar el poder a los sectores conservadores desalojados en 1916. Finalmente ambos sectores coin- cidieron y, bajo la conducción militar del general Uriburu, derrocaron al presidente Yrigoyen y asumieron el poder el 6 de setiembre de 1930.
Después de un fracasado intento de imponer, mediante la reforma de la Constitución, el régimen fascista, el Gobierno de la revolución se decidió a confeccionar un cronograma político escalonado que comenzaba con elecciones nacionales y locales en la provincia de Buenos Aires, a las que seguirían Santa Fe, Corrientes y las demás provincias, para terminar con la elección presidencial.
La sorpresa la constituyó la primera elección realizada el 5 de abril de 1931 en la provincia de Buenos Aires, en que triunfó la UCR. El resultado electoral desconcertó al Gobierno, hizo que se desechara el plan político que se había instrumentado y obligó al presidente Uriburu a preparar nuevas elecciones que debían resultar favorables a los sectores conservadores, proscribiéndose a esos efectos a la UCR.
Después de una rápida reorganización de los partidos políticos y confirmándose el veto a la fórmula radical, se realizaron las elecciones nacionales. Como era de esperar, excluido el radicalismo y con el total control del aparato político, se impuso la fórmula patrocinada por el Gobierno y compuesta por el Page 444 general Agustín P. Justo y el doctor Julio A. Roca (h.), quienes asumieron el poder en febrero de 1932159.
La mayoría de las intervenciones decididas durante la presidencia de Justo estaban destinadas a conformar, en las provincias que no eran adictas al Gobierno nacional, estructuras políticas coincidentes con la fuerza gobernante y así asegurar la sucesión presidencial. En ese período se resolvieron seis intervenciones federales.
Como señala Máximo P. Butta en su trabajo sobre las inter- venciones federales, la segunda gestión del gobernador de San Juan, Federico Cantoni, levantó similares protestas e imputaciones que la anterior. El 2 de febrero de 1934, dirigentes demócratas nacionales -aliados con militantes de otros partidos- hicieron estallar una sedición, iniciada con un atentado contra el gobernador, quien resultó ligeramente herido. Pasadas pocas horas, el ejército nacional restableció el orden sin que la Junta Revolucionaria alcanzase a adueñarse del poder160.
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En razón de lo acontecido, el Poder Ejecutivo Nacional resolvió la intervención federal a la provincia mediante un decreto que dice:
Buenos Aires, 22 de febrero de 1934
Vista la situación de la provincia de San Juan y los hechos sediciosos producidos en ella; y
CONSIDERANDO:
Que esos hechos, referidos a reiterados reclamos, protestas y manifestaciones de opinión reflejan un estado social excluyente del normal desenvolvimiento de la forma republicana de gobierno instituido por la Constitución Nacional; destacando las recientes alteraciones del orden de urgencia en adoptar las medidas correspondientes,
El Presidente de la Nación Argentina, en acuerdo de ministros,
DECRETA:
Artículo 1º - Declárase intervenida la provincia de San Juan a los efectos de asegurar la forma republicana de gobierno.
Art. 2º - Desígnase comisionado nacional con las facultades necesarias a ese fin al señor contraalmirante Ismael F. Galíndez, a quien se impartirán las instrucciones correspondientes para el desempeño de su misión.
Art. 3º - Los gastos que demande el cumplimiento de este decreto se imputarán al mismo.
Art. 4º - Dése cuenta oportunamente al Honorable Congreso, comuníquese, publíquese y dése al Registro Nacional.
Firmado: Justo - Leopoldo Melo - F. Pinedo - L. Duhau - C. Saavedra Lamas - M. de Iriondo - M. Rodríguez - M. Alvarado - E. Videla.
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El interventor federal, contraalmirante Ismael Galíndez, decretó la caducidad de los Poderes Legislativo y Ejecutivo y realizó algunas designaciones en la justicia. Posteriormente convocó a elecciones generales, aprobó los escrutinios y entregó el mando al nuevo gobernador elegido, doctor Juan Maurín, con lo que se dio por terminada la intervención161.
En el año 1933 culminó el conflicto que desde hacía tiempo enfrentaba al gobernador de la provincia de Tucumán, Juan Luis Nougués, con la Legislatura local. Esta última inició en mayo de 1934 los trámites de juicio político al Gobernador y éste, en respuesta al trámite iniciado por la Legislatura, la disolvió y ocupó su edificio. Por ese motivo los integrantes de la Legislatura requirieron la intervención federal.
El pedido de los Legisladores tucumanos fue girado al Congreso, que dictó la ley Nº 11.836 disponiendo la intervención a la provincia. La ley dice:
Artículo 1º - Declárase intervenida la provincia de Tucumán a los efectos de restablecer su forma representativa republicana de gobierno.
Art. 2º - El delegado federal decretará la caducidad de los Poderes Ejecutivo y Legislativo y proveerá a su reorganización de acuerdo a la Constitución y leyes de la provincia.
Art. 3º - Los gastos que demande el cumplimiento de la presente ley se tomarán de rentas generales imputándose a la misma.
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Art. 4º - Comuníquese al Poder Ejecutivo.
Dada en la Sala de Sesiones del Congreso Argentino, en Buenos Aires, a dos de junio de mil novecientos treinta y cuatro.
El Poder Ejecutivo Nacional designó interventor al general Ricardo Solá quien, constituido en la provincia, dispuso la caducidad de los Poderes de acuerdo a lo que establecía la ley de intervención. Luego renunció y fue reemplazado por Manuel Bonastre que convocó a elecciones. Éstas se celebraron el 16 de diciembre y resultó electo el candidato doctor Miguel Campero162.
La UCR había levantado en enero de 1935 la abstención electoral que mantenía desde 1930, lo que obligaba al Gobierno nacional que presidía el general Justo a tomar algunas precauciones para asegurar el triunfo del sector gobernante en la elección presidencial de 1938.
Gobernaba entonces la provincia de Buenos Aires el doctor Federico Martínez de Hoz, de origen nacionalista y que tenía serias discrepancias con los dirigentes del partido Demócrata Nacional, que era el partido del Gobierno.
Cuando se supo que el gobernador Martínez de Hoz no aceptaría la realización de fraudes electorales, lo que ponía en peligro la continuidad del Gobierno conservador en la provincia, éstos le prepararon artificialmente una revolución, asaltaron la Casa de Gobierno y lo obligaron a renunciar. De inme-Page 448diato la Legislatura provincial aceptó la renuncia y tomó juramento al Vicegobernador.
La maniobra había sido muy burda, motivo por el cual el Gobierno nacional decidió intervenir la provincia a los efectos de que se repusiera al Gobernador renunciante. El decreto de intervención dice:
Buenos Aires, 4 de febrero de 1938
Considerando los sucesos producidos en el día de la fecha en la provincia de Buenos Aires, en que según informaciones presentadas al Poder Ejecutivo Nacional por ministros de la misma y ratificadas por el excelentísimo señor gobernador que...
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