C
Autor | Eduardo Jorge Arnoletto |
Páginas | 15-38 |
15
un ordenamiento jurídico imperso-
nal, de relaciones de autoridad sis-
temáticas y jerárquicas, con esfe-
ras de competencia claramente
establecidas, y de un personal
idóneo y de carrera. Los casos
históricos concretos no cumplen
todos estos requisitos, pero son
igualmente considerados burocra-
cias, en una comparación histórica
amplia con otras formas de domi-
nio, como la tradicional-
patrimonial, por ejemplo. Las con-
diciones para el surgimiento de la
burocracia son la racionalidad le-
gal, la economía monetaria y la
expansión de las tareas adminis-
trativas. Hay también un significa-
do peyorativo de la burocracia,
que la asocia con la disfuncionali-
dad organizativa y con la oligar-
quización de los aparatos adminis-
trativos de las organizaciones.
BUROCRATIZACION: En sentido
peyorativo significa una degenera-
ción de la estructura y funciones
de los aparatos administrativos
burocráticos. Si la burocracia ideal
se caracteriza por la racionalidad,
la centralización de la autoridad y
la impersonalidad de los manda-
tos, la burocratización implicaría
entonces irracionalidad, fragmen-
tación y personalismo. También se
suele usar el concepto para desig-
nar, sin intención peyorativa, el
proceso de organización que
acontece en los grupos cuando
por aumento de su tamaño y com-
plejidad se pierden las relaciones
directas "cara a cara", y la política
se vuelve más impersonal, con lo
que se apela a un ejercicio de la
autoridad más formal, a normas y
procedimientos escritos y al esta-
blecimiento de incumbencias defi-
nidas y especializadas.
CADENA DE MANDO: Sistema
de transmisión de información
propio de estructuras organizacio-
nales fuertemente jerarquizadas,
verticales y autoritarias (como es
el caso típico de las organizacio-
nes militares) en el que las órde-
nes, recompensas y castigos flu-
yen desde la cima hacia la base y
donde se espera que desde la ba-
se hacia la cima fluyan sólo infor-
mes. Aplicado fuera de las organi-
zaciones donde tal sistema es
funcional, y trasladado, por ejem-
plo, al sistema político global, ope-
ra como opuesto a todo proceso
de participación, con lamentables
consecuencias.
CALIDAD DE VIDA: Es el conjun-
to de los valores que hacen que la
vida "sea digna de ser vivida". La
medida de nuestra calidad de vida
está dada sobre todo por pruebas
sencillas: cuán respirable es toda-
vía el aire, cómo se procesan las
basuras, cuánta seguridad tene-
mos al caminar de noche por las
calles, cuántos hombres y mujeres
tienen trabajo y cuántos no, cuán-
tos niños tienen hambre y frío y
cuántos no, cuántos enfermos son
bien atendidos y cuántos no reci-
ben atención alguna, cuántas per-
sonas llevan adelante vidas signi-
16
ficativas y cuántas arrastran vidas
vacías, de evasión o desespera-
ción. Más allá de las ampulosas (y
ambiguas) cifras de las estadísti-
cas macroeconómicas, el nivel de
la calidad de vida, medido en el
disfrute o privación de sencillos
valores cotidianos nos da una idea
muy clara de la actuación de un
sistema político.
CAMBIO CULTURAL: Una vez
constituida, en una etapa inicial de
la vida del grupo y en relación con
un determinado contexto, la cultu-
ra organizacional tiende a perse-
verar en su ser a lo largo del tiem-
po, y los individuos componentes
del grupo se aferran a ella, plan-
teándose con frecuencia proble-
mas de resistencia al cambio
cultural, aunque muchas veces
sea necesario por haber dejado de
ser funcional la cultura en vigencia
respecto del contexto.
El cambio cultural es necesario,
las más de las veces, cuando hay
cambios importantes en el contex-
to de la organización, que hacen
que ya no se cumpla bien la fun-
ción de adaptación, lo que pone
en peligro la subsistencia del gru-
po. Sin embargo, los individuos se
resisten al cambio cultural por te-
mor a perder integración, perte-
nencia al grupo.
El cambio cultural de una organi-
zación es posible, pero es más
lento que el cambio estructural
(que muchas veces puede lograr-
se por simple ejercicio de la auto-
ridad) y requiere otra estrategia.
Lo primero es que los integrantes
del grupo cobren conciencia de las
características de su cultura, que
muchas veces no está objetivada
sino que se presenta como “lo na-
tural”, “lo obvio”, etc. En segundo
lugar, hay que mostrar que los
cambios culturales son necesarios
para recuperar adaptación y que
no implican perder integración. En
tercer lugar, hay que advertir que
los cambios requeridos, en su
gran mayoría se refieren a valores
instrumentales o procedimentales,
y no a valores axiales o fundantes,
como son los referidos a creen-
cias, normas morales, ideologías,
etc.
(E.Arnoletto, EAE, 2012)
CAMBIO POLITICO: Burdeau dice
que la operación política funda-
mental es la incorporación al or-
den de hoy de los imperativos del
orden de mañana, y que tal opera-
ción es prueba de la vitalidad del
sistema político vigente. Los sis-
temas políticos están, pues, some-
tidos a la necesidad de realizar
permanentes cambios adaptativos
ante las nuevas circunstancias
que deben enfrentar, y esto lo
hacen no solo conservando sino
para conservar su identidad y el
sentido de su misión. Estos son
los cambios políticos corrientes,
cotidianos casi. Pero hay otro tipo
de cambios, que se producen
cuando las circunstancias internas
o externas que debe enfrentar el
sistema no pueden ser superadas
mediante cambios adaptativos, y
Para continuar leyendo
Solicita tu prueba