Maternidad en el encierro: mujeres, madres y privadas de la libertad
| Autor | María del Rosario Llera |
| Páginas | 295-312 |
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1. Introducción
Las mujeres se presentan, dentro del mundo carcelario, como un colec-
tivo poco individualizado, cuyo estudio ha ido creciendo en el último tiempo,
pero que ciertamente es un terreno escasamente explorado. Ello disminuye
aún más cuando nos referimos a unidades destinadas exclusivamente a
alojar mujeres embarazadas o madres junto a sus hijos. Las prisiones son
instituciones creadas por y para hombres, que responden a determinadas
necesidades sin distinción de género. No fue la prisión la que se adaptó al
mundo femenino, sino que fue a la inversa1.
La cárcel y el sistema penal operan en una sociedad desigual en materia de
género, donde los estereotipos condicionan y rearman los roles asignados a
cada individuo. En este contexto las mujeres son encarceladas, en muchos
casos en condiciones preexistentes de vulnerabilidad, donde su rol de madre
ya fue internalizado y aprehendido como única alternativa posible.
Al partir de ese presupuesto y entender que la privación de la libertad ya es
per se
un condición de vulnerabilidad, es que el estudio de cárceles de mujeres
requiere de su investigador no solo la captación de aquellas realidades comu-
nes a todos los centros de detención, sino que necesita de una mirada con
lentes de género, que permita contemplar aquellas cuestiones que escapan a
la realidad cotidiana de la cárcel, y que interpelan exclusivamente al mundo
femenino.
1 Centro de Estudios Legales y Sociales, Defensoría General de la Nación y Procuración
Penitenciaria de la Nación, M
ujeres en prisión: los alcances del Castigo
(Buenos Aires: Siglo
XXI editores, 2011), 151.
Maternidad en el encierro.
Mujeres, madres y privadas de la libertad
María del Rosario Llera
Superpoblación carcelaria. Dilemas y alternativas
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El objetivo de este trabajo es detener el análisis en una minoría dentro
del sistema penal, que escapa a las reglas comunes de encarcelamien to y
que pone en jaque a un sistema que con aparente neutralidad, intramuros,
rearma y profundiza aquellos roles de género en los que las mujeres ya se
encontraban inmersas antes de ingresar en él. Este grupo no solo sufre las
miserias propias del encarcelamien to, sino que encarna en sí un sistema que
las encasilla en sus roles de madres pero torna imposible su ejercicio.
Si el mundo carcelario ya presenta de por sí serios cuestionamien tos en
materia de derechos humanos elementales, estos se profundizan al hablar
de madres y niños privados de su libertad.
En este marco de ideas, el análisis del trabajo se centrará en la situación
de aquellas mujeres alojadas en unidades destinadas exclusivamente al
alojamien to de mujeres embarazadas y madres junto a sus niños en la pro-
vincia de Buenos Aires, se tomará en cuenta la normativa respecto de esta
temática, la situación carcelaria y condiciones de detención en que aquellas
mujeres son alojadas, y la prisión domiciliaria como forma de mitigar la
problemática. Como punto de partida, utilizaré el Habeas corpus colectivo
interpuesto de ocio por el Dr. Alejandro David, juez de Ejecución Penal de
San Isidro, en relación con madres y mujeres embarazadas alojadas en la
Unidad Carcelaria nº33 de Los Hornos, mediante el cual se pretendió otorgar
prisión domiciliaria a todas ellas, su implementación y sus consecuencias.
Es necesario advertir al lector que no es el objetivo de este trabajo ser
funcional al mantenimien to de los estereotipos impartidos por una socie-
dad patriarcal, que encasillan a la mujer en su rol de madre y deja su realidad
relegada exclusivamente al ejercicio de esa maternidad, como si fuese ese
el único conicto al que se enfrenta una mujer privada de su libertad. Por el
contrario, aquí se intenta exponer y penar alternativas a una realidad que
escapa al derecho penal pero que lo pone en cuestionamien to de todas las
maneras posibles. El rol social de madre desempeñado por muchas mujeres
detenidas no fue determinado al momento de su encarcelamien to y no fue la
prisión la fuente o su causa, si no que toda aquella situación de vulnerabilidad
vivida por la mujer previa a su detención, se agudiza frente a la privación de
la libertad. No es en este terreno donde podemos revertir esta problemática,
en cambio lo que se busca es proponer una mirada que permita mitigar las
miserias del encarcelamien to de mujeres y niños.
Podríamos preguntarnos el porqué de hablar de cárceles de mujeres emba-
razadas y madres en un libro que trata sobre cupo carcelario, superpoblación
y hacinamien to, cuando las estadísticas indican que el porcentaje de muje-
res no es representativo en cuánto a la población carcelaria en general2. Pues
2 Según el último informe del SNEEP, en Argentina hay 71.646 detenidos, de los cuales
2963 son mujeres, lo que representa un 4.15 % del total de la población carcelaria. A su
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