La gestión del agua

AutorLilian del Castillo
Páginas345-364

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1. Gestión y crisis del agua

La crisis del agua dulce es no sólo una crisis de disponibilidad sino, básicamente, una crisis de gestión. La gestión o administración consiste esencialmente en realizar un conjunto de actividades para obtener un resultado y para atender su realización. La gestión del agua requiere, por lo tanto, la determinación de un propósito, la elaboración de una política y planes para realizarlo y la elección de los instrumentos idóneos para ejecutarlos. Se necesita claridad en los fines, unidad en las políticas, conocimiento en los planes y coordinación en los medios414. Elementos fáciles de enumerar e hipotéticos para llevar a la práctica en algo tan vasto como el agua y todas las facetas que la afectan y a las que afecta. La meta, enteramente ambiciosa, es consecuentemente la gestión integrada del agua. La dificultad de abordarla, a nivel general, es la verdadera crisis del agua415.

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El grupo de instituciones que en conjunto constituyen la gobernanza del agua se reconocen como "la clave para tratar la crisis hídrica mundial y para afrontar la pobreza", según el Segundo Informe sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos en el Mundo. El Informe destaca que "existe la necesidad de centrarse en la goberanza", por lo cual la gobernanza del agua -que incluye la capacidad institucional, los marcos legales y la distribución de recursos- necesita ser mejorada416. De manera concordante, en las conclusiones del Cuarto Foro Mundial del Agua (marzo de 2006), se afirmó que "el agua es un tema político" debido a la cantidad de factores que abarca y que la convierten en un bien de importancia crítica417.

El ciclo hidrológico renueva sin pausa el agua con generosa abundancia e impulsa pronósticos optimistas si se la administra adecuadamente. Las carencias y los excesos pueden regularse, al menos parcialmente; lo contaminado, remediarse; lo ya usado, volver a usarse; los daños, repararse; los servicios públicos, mejorarse. Hay numerosas herramientas para conseguir el objetivo de contar con agua en cantidad y calidad suficiente para desarrollar la potencialidad de cada región, ciudad, vivienda. Para conseguir estos fines debe alcanzarse una adecuada gestión, es decir, la aplicación de los instrumentos necesarios para conseguirlos y la ejecución de las actividades programadas.

La dispersión de los usos, la falta de un concepto integrado del recurso, la ausencia de unidad en la utilización de cada cuerpo de agua, así como la aplicación deficiente de los controles de contaminación, ponen de manifiesto que desconocer la urgente Page 347necesidad de una política hídrica es la verdadera amenaza del futuro del agua dulce. Para modificar esta tendencia, numerosos esfuerzos se han realizado y se realizan a través de organismos públicos y privados, nacionales e internacionales, que tal vez puedan comenzar a arrojar algunos resultados en el futuro. Lo que se ha conseguido es expandir la noción de la necesidad de la gestión integrada para que el agua siga proporcionando alimento, salud, higiene, recreación, energía, transporte, bienestar para las personas y los seres vivos que con ella comparten este planeta.

2. Gestión integrada del agua

La gestión integrada del agua, que en la Argentina se aplica en algunos usos y regiones, se condensa en conceptos generales que proporcionan el enfoque a adoptar y que pueden resumirse de la siguiente manera:

1) La gestión integrada del agua abarca los aspectos sociales, económicos y ambientales. La integración comprende lo público y privado; el derecho de usar y el deber de proteger que implica la obligación de no causar daño; lo nacional, provincial y municipal, lo internacional y nacional; lo legal e institucional, el ciclo hidrológico; la cantidad y la calidad del agua; las aguas superficiales y subterráneas, en movimiento, dormidas y heladas; los diferentes usos; los aspectos científicos, técnicos y ambientales para el mantenimiento de la biota, que los seres humanos integramos; y los factores sociales y económicos que los sustentan.

2) La gestión sustentable es un principio inherente al agua y a los demás recursos naturales, con entidad propia y carácter sustantivo. Se formuló como un principio relacionado con el desarrollo económico, que se encuentra con esa única perspectiva conceptualmente superado. El desarrollo sustentable se basa en la exigencia del uso sostenible de los recursos. En efecto, no Page 348sólo en los países emergentes es necesario administrar el agua con eficiencia; en todas las regiones es necesario que la gestión del agua se realice de manera adecuada, sin consumirla o deteriorarla de manera irreversible para el uso de generaciones futuras. El ambiente implica inserción de los sistemas naturales en las funciones sociales y económicas. La sustentabilidad es un principio de gestión del agua que se aplica a la conjunción de los elementos ambientales, sociales y económicos.

3) Una política sustentable del agua debe apoyarse en el marco diseñado por la Agenda 21 y los principios consensuados en Dublín, que tienen su antecedente en la Conferencia de Mar del Plata de 1977 . Sus postulados básicos se enuncian en el principio de utilizar el agua con eficiencia, en la necesidad de modificar los antecedentes perjudiciales de la planificación sectorial para avanzar en el manejo integrado y en la prioridad de preservar la calidad del recurso. Todo ello tiende a la planificación integral y al reconocimiento de la cuenca o subcuenca como unidad de manejo. Existe, sin embargo, una gran distancia entre la enunciación de los principios y la factibilidad de su aplicación. Las demandas sectoriales tienen objetivos concretos que se imponen a instituciones de planificación débiles. El fortalecimiento institucional es un objetivo prioritario de política hídrica, puesto que la planificación es una tarea permanente.

4) Corresponde a las autoridades de las diferentes áreas políticas con competencia en la materia definir una política sustentable e integrada de gestión del agua, basada en el análisis de la situación de los recursos hídricos en cantidad y calidad, y que tome en consideración las cuestiones relacionadas con los aspectos ambiental, social, económico, legal e institucional. Con este objetivo, es posible delinear las principales opciones que refuercen los objetivos básicos (qué hay que hacer) y la estrategia para alcanzarlos (cómo hay que hacerlo). Algunos de ellos ya forman parte del cuerpo normativo y otros podrán ser adoptados en el futuro.

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5) En la discusión y consenso sobre la política hídrica, a nivel nacional, se han tenido en cuenta los criterios formulados en los foros nacionales e internacionales, en los que Argentina y los demás países de la región han participado activamente. Ellos son y deberán ser aplicados a las características naturales y sociales propias, y pueden sintetizarse en los siguientes enunciados:

- El objetivo de la administración integrada del agua es articular los elementos naturales, sociales y económicos para asegurar su sustentabilidad en el presente y asegurar, para el futuro, la sostenibilidad del agua en la cantidad y calidad requerida.

- La evaluación de la calidad del agua tiene por objeto la protección y restauración de las condiciones biológicas para el mantenimiento de la biota.

- El manejo del recurso tiene como otro de sus objetivos equilibrar la demanda y la oferta.

- La importancia del agua subterránea debe tomarse en cuenta en toda gestión del agua, y su protección debe ser una prioridad a considerar en todos los usos en que se emplee.

- La planificación de las acciones debe incorporar medidas preventivas, como corolario del principio precautorio.

- La educación es un interés prioritario para el manejo del agua y la herramienta insustituible para lograr los objetivos del manejo integrado.

- La unidad del ciclo hidrológico aconseja armonizar e integrar las políticas locales, estatales y regionales.

- Los instrumentos económicos y financieros son medios idóneos que favorecen la utilización eficiente.

- La capacitación profesional, la investigación y el empleo de tecnologías innovadoras adaptadas a cada región son instrumentos no sólo valiosos, sino también indispensables.

- La información y la participación pública, para que la formulación de la política hídrica sea tanto de arriba hacia abajo Page 350 como de abajo hacia arriba, son actitudes necesarias en la planificación.

3. La agenda para la gestión del agua

La agenda de temas relevantes para la gestión de los recursos...

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