Los recursos hídricos de la República Argentina

AutorLilian del Castillo
Páginas27-68

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1. Aspectos generales del territorio argentino
1.1. Geografía y recursos naturales
1.1.1. Ubicación geográfica

La República Argentina se encuentra situada en el extremo Sur del continente americano10. Limita al Norte con Bolivia, Paraguay y Brasil; al Este con Brasil, Uruguay y el Océano Atlántico; al Sur con Chile y el Océano Atlántico; y al Oeste con Chile. Sus puntos extremos se ubican: al Norte, en la confluencia de los ríos Grande de San Juan y Mojinete en la provincia de Jujuy, a Page 28 los 21º46'50" de latitud sur, 66º13'10" de longitud oeste; al Sur, en el cabo San Pío en la provincia de Tierra del Fuego, a los 55º03'00" de latitud sur y 66º13'00" de longitud oeste; al Oeste, en el extremo meridional del cordón Mariano Moreno en el Parque Nacional Los Glaciares, en la provincia de Santa Cruz, a los 50º01'00" de latitud sur y 73º34'00" de longitud oeste; y al Este, en el punto al noreste de Bernardo de Irigoyen en la provincia de Misiones, a los 26º15'15" de latitud sur y a los 53º38'32" de longitud oeste.

El territorio argentino ocupa la mayor parte de la porción meridional del continente sudamericano y tiene una forma aproximadamente triangular, con la base en el Norte y el vértice en el punto Sur del continente. El territorio comprende asimismo la mitad oriental de la Isla Grande de Tierra del Fuego y una serie de islas adyacentes, entre ellas la Isla de los Estados. La provincia de Tierra del Fuego comprende los archipiélagos de las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur11, y el Sector Antártico Argentino. Este último corresponde a la sección del continente antártico delimitado por los meridianos 25º O y 74º O, el paralelo 60º y el Polo Sur12. Las Islas Malvinas tienen una superficie de 11.410 km2, las Islas Georgias del Sur 3.560 km2 y las Sándwich del Sur 307 km2. La superficie total continental e insular es de 3.761.274 km2. La costa marítima continental se extiende 2.664 km sobre el Océano Atlántico13.

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1.1.2. Clima

En la mayor parte del territorio prevalece el clima templado con excepción de algunas regiones, como una pequeña zona tropical en el noreste, la región subtropical del Chaco -también en el noreste- y las zonas frías del oeste andino y el sur patagónico. En la ciudad de Buenos Aires, capital de la República Argentina, ubicada en la latitud 34º36' S, la temperatura anual alcanza un promedio de 16º1 C. Las temperaturas de enero y julio en la ciudad y sus alrededores tienen un promedio de 23º3 C y de 10º C, respectivamente; sin olvidar que, por tratarse del hemisferio sur, el mes de enero corresponde al verano y el mes de julio al invierno.

En la provincia de Tucumán, en la región subtropical, la temperatura media de enero es de 26º1 C y la de julio de 13º3 C. En las cercanías del trópico de Capricornio, en la región norte, las temperaturas son considerablemente superiores, alcanzándose máximas que superan los 45º C. Por lo general, el clima es frío en las partes más altas de los Andes y en la Patagonia. En la región oriental de la Patagonia, las temperaturas invernales alcanzan un promedio de 0º C. No obstante, en la mayoría de las zonas costeras el mar ejerce una influencia moderadora sobre las temperaturas. Las lluvias se distribuyen a lo largo del año en la zona templada. Las precipitaciones medias anuales varían desde mínimas de 50 mm en algunos departamentos de las provincias de San Juan y La Rioja, en el noroeste del país, hasta los 5.000 mm en los bosques andinos patagónicos. De acuerdo con los diferentes climas se producen variaciones en las precipitaciones que provocan sequías o inundaciones según las regiones. La fertilidad de la llanura pampeana se ve favorecida por la regularidad de las precipitaciones, que se distribuyen a lo largo del año sin que se distinga una temporada seca o una de lluvias en la región.

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Las variaciones climáticas referidas a las precipitaciones permiten distinguir tres tipos de regiones en el territorio continental argentino: la región húmeda, la región semiárida y la región árida. La región húmeda se distingue por poseer un promedio anual de precipitaciones superior a los 800 mm, y comprende a su vez cinco zonas: la zona pampeana (Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe), la mesopotamia (Entre Ríos, Corrientes y Misiones), la selva tucumano-oranense (Salta, Jujuy y Tucumán), los andes patagónicos (extremo oeste de Chubut, Santa Cruz, Tierra del Fuego, Río Negro y Neuquén) y la zona chaqueña (oriente de Chaco y Formosa). La superficie aproximada de la región es de 660.000 km2.

La región semiárida se ubica en la franja de 500 mm a 800 mm de precipitaciones anuales y abarca parcialmente las provincias de Buenos Aires, Córdoba, San Luis, Santiago del Estero, Chaco, Tucumán, Catamarca, Salta y Jujuy, ocupando una superficie aproximada de 410.000 km2. La región árida abarca la zona de precipitaciones menores a los 500 mm anuales y abarca parcialmente las provincias de Mendoza, San Juan, San Luis, La Rioja, Catamarca, Salta y Jujuy, así como partes de las provincias de La Pampa y Buenos Aires. Abarca 1.710.000 km2 del territorio continental14. Los territorios insulares no son una región geográfica sino que, con respecto al clima, constituyen una dependencia del territorio continental. La Isla de Tierra del Fuego registra un promedio de precipitaciones de 550 mm anuales en la ciudad de Ushuaia.

Las Islas Malvinas tienen un promedio de precipitaciones que Page 31 supera los 600 mm anuales. En la Isla de los Estados el clima es brumoso y son frecuentes las precipitaciones níveas15.

1.1.3. Cambio climático

En las últimas décadas se han producido variaciones climáticas, con eventos extremos de escasez o de exceso de agua, como surge de los datos hidrológicos a partir de la década de 1970. En la Pampa húmeda, particularmente, se han registrado aumentos de las precipitaciones y los caudales medios del río Paraná y sus afluentes, que muestran aumentos que van desde el 19% al 46% de sus caudales medios. En consecuencia, se ha agravado la vulnerabilidad a las inundaciones de la región, que soporta en forma cíclica fenómenos de crecidas extraordinarias de los ríos Paraná y Uruguay, como las de 1982-1983, 1992 y 1998 que han afectado a siete provincias del litoral: Buenos Aires, Corrientes, Chaco, Entre Ríos, Formosa, Misiones y Santa Fe. La inundación de 198 2-1983 afectó 4.000.000 hectáreas en la región de la Mesopotamia y provocó pérdidas materiales del orden de u$s 1.800.00016. El Centro de Alerta Hidrológica, que se puso en marcha en febrero de 1983 por iniciativa de la Subsecretaría de Recursos Hídricos de la Nación y ha funcionado desde entonces, ha permitido hacer un seguimiento de las inundaciones que se producen especialmente en la región de la cuenca del Río de la Plata17.

Se ha constatado que en el período 1987 -1998 estos episodios han tenido una duración de 7 a 40 días. Los daños ocasionados Page 32 se estimaron en 2.640 millones de dólares y 235.000 personas evacuadas. En la región del río Uruguay se registraron graves daños en las ciudades ribereñas y en las actividades económicas. Durante las crecidas extraordinarias de los años 1983-1984 hubo más de 40.000 personas afectadas en más de 60 ciudades. En 1985, una sola inundación causó daños por u$s 2.000 millones, y en 1998 un fenómeno similar ocasionó pérdidas por u$s 2.500 millones18.

Diferentes iniciativas del gobierno nacional y programas conjuntos con organizaciones internacionales han contribuido para prevenir y reparar los daños y las pérdidas producidos por el incremento estacional inusual del caudal de los ríos. Estas consecuencias se producen y agravan por la ocupación de la tierra y el establecimiento de ciudades en las áreas inundables y en las zonas de riesgo hídrico de los valles aluviales, como ilustra por ejemplo la Resolución Nº 111/98 de la Provincia del Chaco. A partir de 1991, se ejecutaron programas del Banco Mundial en cooperación con el gobierno argentino para la rehabilitación de servicios públicos e infraestructuras dañadas por efecto de las inundaciones. Además, se financiaron a los pequeños agricultores para reactivar su producción agrícola y ganadera. Luego de la inundación de 1998, se creó el Proyecto de Emergencia contra las Inundaciones y, en 2001, se creó la Tasa de Infraestructura Hídrica y se constituyó el Fideicomiso de Infraestructura Hídrica (Decreto Nº 138 1 del 1º de noviembre de 2001), que han permitido ejecutar obras para prevenir y reparar los efectos de las inundaciones.

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La tasa fue convertida en 2006 en el impuesto que integra el Fondo Hídrico de Infraestructura (Ley Nº 26.181 del 29 de noviembre de 2006 y Resoluciones Reglamentarias Nº 2195 del 18 de enero de 2007 y Nº 2196 del 24 de enero de 2007 de la Administración Federal de Ingresos Públicos), para asegurar la continuidad de las obras en ejecución o...

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