Anexo: comentarios y experiencias Gabriela María Bella, Daniela Dupuy, Maximiliano Hairabedián, Marcos Salt, Natalia Sergi

• Autor: José I. Cafferata Nores
• Cargo del Autor: Doctor en Derecho y Ciencias Sociales
• Páginas: 34-46

previsibles avances tecnológicos que, superando los defectos que hoy se le

achacan a las plataformas digitales utilizadas para la realización del ciberdebate,

puedan brindar, si se nos excusa la contradictoria metáfora —que sólo pretende

ser ilustrativa— una suerte de “virtualidad real”116.

Ahora bien, para lograr y consolidar cualquier mejora será responsabilidad de

todos los operadores jurídicos —repasando lo que suele ocurrir en cada intento de

reformas procesales profundas— estar advertidos de las palabras —cínicamente

realistas— que el escritor italiano Giusepe DE LAMPEDUSA, puso en boca del

príncipe Fabricio de Corvera, “il gatopardo”: “si queremos que todo siga como

está, es necesario que todo cambie”.

Aun cuando parezca poco probable que en el “Gran Confinamiento” en que nos

sumió la pandemia pueda quedar todavía lugar para un “Cibergatopardismo”

judicial, seria prudente prestar atención.

X. ANEXO: COMENTARIOS Y EXPERIENCIAS. GABRIELA MARÍA BELLA, DANIELA DUPUY,

MAXIMILIANO HAIRABEDIÁN, MARCOS SALT, NATALIA SERGI

Nuestras reflexiones precedentes exigían un cierto anclaje con la realidad de la

justicia penal en orden a los juicios digitales o ciberjuicio.

Con ese propósito reunimos las opiniones que se consignan a continuación,

producidas por especialistas en Derecho Procesal Penal que suman a sus

conocimientos académicos haber desempeñado y estar desempeñando en estos

días, roles protagónicos esenciales en ciberjuicio penales, en diversos fueros.

Queremos agradecer muy especialmente por esta colaboración tan jerarquizada

como de enorme utilidad práctica a Gabriela María BELLA, Daniela DUPUY,

Maximiliano HAIRABEDIÁN, Marcos SALT y Natalia SERGI.

compartiendo con los jueces la tarea de juzgar, aunque señalamos que debería empezarse por experimentar en casos

rutinarios o sencillos, comunes a cualquier legislación —vgr, juicios por cobro de impuestos; contravenciones, delitos

menores, cómputos de pena— ya que la complicación se presenta frente a. a las diferentes competencias legislativas y

judiciales, b. a casos especiales o graves y c. sobre todo en los temas en donde existen “dos bibliotecas”. Por cierto,

que hay quienes se han ocupado del tema con mucha más profundidad y seriedad. Conocemos la tarea de

investigación y experimentación de Daniel Pastor y Juan Corvalán, quienes las han reflejado en múltiples actividades

y publicaciones. Citamos solo como ejemplos, Corvalán, Juan G., Inteligencia artificial, automatización y

predicciones en el derecho, en prensa, reclamando por una IA interpretable para que los “modelos de toma de

decisiones sean transparentes, confiables, replicables y explicables”; Pastor, Daniel - Haissiner, Martín,

Neurociencias, tecnologías disruptivas y tribunales digitales, Hammurabi, Buenos Aires, 2019, quienes están

actualmente desarrollando programas de IA auxiliares a la labor judicial (vgr. Individualización de casos penales

prescriptos) y ya habían advertido contra “la idea de una tiranía del programador”. Finalmente queremos reconocer la

admirable fuerza literaria de la reflexión de Sábato sobre que “a medida que nos relacionamos de manera abstracta

mas nos alejamos del corazón de las cosas y una indiferencia metafísica se adueña de nosotros mientras toman el

poder entidades sin sangre ni nombre propio”: solo no hay que soslayar que hasta ahora no se ha demostrado que esas

“entidades” se “auto-empoderen”.

116 Tratando así de minimizar la crítica que Gutiérrez, Mariano Hernán, “Telecondenas”, en Pandemia y Justicia Penal, cit.,

p 175, atribuye a G.I. Anitua, como una “humorada” de éste: “el juicio virtual sería justo si la pena fuera virtual, pero el

problema aquí es que el juicio es virtual y la pena es real”, mordaz paradoja que, desde luego, excede con creces el ámbito

del ciberjuicio (vgr. la virtualidad de la publicidad en la sociedad de consumo, suele generar necesidades reales en los

destinatarios).