Trabajadores, comercios y vecinos, rehenes de un megaevento

"A nosotros nos arruina", dijo apurado Darío Suárez en los breves minutos que se tomó para contestar mensajes sin bajarse de la moto. Hace 10 años que trabaja como mensajero despachando sobres a toda velocidad por el centro porteño y sabe bien que la rapidez es su principal fortaleza. El jueves pasado, en Suipacha y avenida Rivadavia, ya se empezaba a sentir algo del caos que producirá hasta el viernes el corte de calles por las que suelen circular miles de autos cada día a raíz de la 11» Conferencia Ministerial de la Organización Mundial del Comercio.

Desde ese día y hasta hoy, las restricciones se fueron ampliando para circular por Puerto Madero, la avenida Alem, el microcentro y Recoleta. Ya a fines de la semana pasada los estacionamientos estaban más vacíos que de costumbre y los comerciantes se quejaban. Suárez observó las vallas colocadas y calculó cuánto demorará por entrega, al tener que dejar la moto a dos cuadras en cada destino. "Va a ser una pérdida de tiempo, del día y de plata. No nos dejan trabajar tranquilos", sentenció.

Es apenas uno de los afectados por el cerrojo desplegado en torno del evento organizado por el gobierno nacional, que se desarrolla hasta el jueves inclusive entre el Centro de Exposiciones y Convenciones de la Ciudad, el Centro Cultural Kirchner y los hoteles Hilton y Sheraton. Agrupa a cerca de 3500 delegados pertenecientes a 164 delegaciones extranjeras (de lo que se informa en la sección Política).

Para garantizar la seguridad de los asistentes, el operativo incluyó como primera medida censar a toda la población que reside o trabaja en Puerto Madero. Se recolectaron datos personales y vehiculares y ya no podrá acceder a la zona quien no haya registrado sus huellas digitales en la sede de Prefectura, en Macacha Güemes 150.

Nicolás Costa, remisero, hizo el trámite correspondiente y está tranquilo. En la agencia para la que trabaja le pidieron que gestionara el permiso para poder circular por calles preferenciales. "Voy a estar trasladando pasajeros que van a las conferencias o que viven en Puerto Madero, entonces voy a tener permiso para poder entrar". Confió que la diligencia fue rápida y sencilla, por lo que no tiene quejas. Para él serán días normales de trabajo, pero con menos autos alrededor.

Los restaurantes y bares de Puerto Madero ya habían expresado su preocupación por las limitaciones al tránsito. Además de por el encuentro de la OMC, reclamaron por las obras del Paseo del Bajo y la existencia de...

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