Benedicto XVI: Guarde silencio, por favor

AutorRodolfo Capón Filas

Buenos Aires, 15 de febrero del 2009

Querido Padre Benedicto XVI:

Como antes hiciera con Juan Pablo II, me dirijo a Ud., cercana la Cuaresma, para pedirle silencio. Ya demasiado lío armó con su famoso discurso en Ratisbona y ahora con la misa en latín y el retorno de los cismáticos seguidores de Lefebre, uno de los cuales puso en duda el Holocausto. ¿Tánto le cuesta callarse la boca y simplemente rezar? Hágalo, padre, por el bien de su espíritu y el bien de la Iglesia. Osvaldo Bayer nos cuenta en "Página 12" del 14.02.2009 la polvareda levantada en Alemania con motivo del obispo Willamson. Ud. sigue manteniendo en silencio a Boff, Sobrino, Valdés y muchos otros. No luce equitativo, ¿no le parece? Pero, como yo no lo elegí a Ud., mucho no me molesta su conducta pero me preocupa el futuro.

Por ello, guarde silencio, padre. Arrepiéntase, toque el piano como a Ud. le gusta, entregue las riquezas de la Iglesia a las Naciones Unidas, instálese en una parroquia periférica de Roma.Y viva. En la Misa de hoy, el Evangelio (Marcos, I, 40) nos narra que...

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