La violencia sólo dejó ruinas en Cerro Dragón

COMODORO RIVADAVIA.? Con remera verde agua y sonrisa sin reservas, un hombre cercano a los 40 años abraza a cada lado de su cuerpo a una mujer de su misma edad y a una chica de unos 5. Las dos sonríen tanto como él. La imagen familiar, una impresión color sostenida con una chinche sobre un panel azul, es lo único que sigue exactamente en el mismo lugar que siete días atrás. El resto de los objetos están revueltos, destruidos y desparramados por el piso. Lejos de esconder un misterio, los autores de la faena estamparon con aerosol negro su firma en una pared: "Dragones presente".El complejo de oficinas del distrito 1 de http://www.lanacion.com.ar/1484936-chubut-liberan-cerro-dragon , un yacimiento de gas y petróleo operado por la empresa Pan American Energy (PAE) y ubicado a 75 kilómetros de esta ciudad, es uno de los escenarios de la toma violenta que el jueves pasado protagonizaron Los Dragones. Son obreros de la construcción, disidentes de la Uocra, empleados de firmas contratistas de PAE, que reclaman una mejora salarial que los equipare con los petroleros que trabajan en el yacimiento, con ingresos superiores a los $ 20.000. Tras casi cuatro días de toma, que mantuvieron en vilo a la Casa Rosada, los trabajadores cedieron y la compañía pudo retomar el control de las instalaciones. Pero ayer, con las negociaciones estancadas y las rutas de acceso cortadas, en el yacimiento permanecían la merma en la producción y el clima de desolación.Recorrer el lugar es como dar un paseo por un sitio que acaba de ser arrasado por un tornado. Para caminar hay que sortear vidrios rotos, sillas dadas vuelta y escritorios volcados. El piso está regado de papeles, carpetas, cajas de cartón, bolsas de plástico. También se ven varias computadoras convertidas en chatarra y monitores con la pantalla partida. De los techos, recubiertos con paneles metálicos a medio arrancar, cuelgan racimos de cables de varios colores. Si se mira con atención, hasta se encuentran un trofeo de plástico dorado, una guirnalda casi pelada, una zapatilla de lona azul sin su par y un pantalón de jean gastado. Todo está rociado por un polvillo blanco. "Vaciaron todos los matafuegos", esclarece un vocero de la empresa, que invitó a la prensa a recorrer las instalaciones. Por destrozos en los baños, el olor es nauseabundo.Además de las huellas de los desmanes, todavía se pueden ver los mensajes que se encargaron de dejar los protagonistas de la protesta. Debajo del cartel que dice sala de reuniones Los...

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