Las varias vidas de Nesrine Belmokh

Apenas Nesrine Belmokh abre la puerta de su casa suena el teléfono. Casi dos meses de ausencia, por una larguísima gira de conciertos de la West Eastern Divan y ni desensillar la dejan. Pero ella se lo ha buscado. Nesrine es una chelista francesa de origen argelino que lleva ocho años instalada en Valencia, donde ganó un puesto en la joven Orquesta de ópera de esa ciudad. Desde entonces, participó como una de las protagonistas de Amaluna, espectáculo del Cirque Du Soleil, como cantante y chelista, hizo giras con la West-Eastern Divan que dirige Daniel Barenboim, y a menos de dos meses de su estada en Buenos Aires con esa orquesta, vuelve pero con su propio trío, NES, donde despunta su pasión por el canto.

La agenda de la WEDO es muy agitada en el verano europeo. Nesrine atiende el teléfono, habla de la gira, del nuevo grupo, de su doble nacionalidad franco-argelina y de cómo es Daniel Barenboim como jefe. "Ah, es increíble. Una persona que vive la vida de cien personas. Mi madre siempre me ha dicho que el mundo funciona y avanza gracias a la gente hiperactiva."

Quizás no haya que definir a Nesrine de esa manera, pero sin duda no se queda quieta. Hasta interpretó tangos en Europa, juntos a otros dos músicos. El proyecto actual de Nesrine es inclasificable, aunque hay lenguajes identificables, como el jazz y el soul. Habrá que ir a escucharla hoy, a las 21, en la Usina del Arte. Para ese día se propone una noche denominada Foco francés, donde el trío NES compartirá...