Las vacaciones que nunca existieron

Sin travesía y sin recuerdos

Hay una casa en Junín donde viven mis amigos Juan Pablo y María Paula, con su hijo Pedrito. En el living hay un portarretratos que en vez de una foto tiene un papel donde se puede leer, con la letra prolija que desde siempre ostenta el padre de esa familia, el siguiente texto: "Foto de nuestro casamiento. María Paula, con ojos embelesados y vestido de novia, mira a su reciente marido Juan Pablo. Él viste un saco azul y una corbata al tono. En un segundo plano se aprecia un jardín adornado por flores primaverales, parientes, amigos y autoridades eclesiásticas. Casi puede escucharse un suspiro tierno y unánime que incluye a las flores: aaahhh…".

La primera vez que vi ese portaretratos fue hace años, cuando vivían en Almagro, y lo que yo entendí como un gesto vanguardista no era más que un recurso ingenioso para disimular la fiaca que les daba imprimir aquella foto. "Hay tradiciones que están más muertas que un faraón, ¿Quién baila pericón?", se preguntaba Jaime Roos en "Los futuros murguistas", su clásico de incluido en el imprescindible Mediocampo (1984). Mientras esa pregunta sigue flotando en el aire, les cuento que, a diferencia de Juan Pablo y María Paula, yo sí pensaba imprimir las fotos de mis vacaciones junto a mi hija. Imaginaba la secuencia: "La sonrisa de Lulú embarcando por primera vez; una selfie padre-hija recién llegados al camarote; Lulú simulando un mareo en el barco sin arrancar; su padre con un mareo real cuando el barco se pone en marcha; Lulú desayunando con el océano de fondo; Lulú con sus nuevos amigos en la pileta; Lulú y su padre leyendo el manga Danganronpa ; Lulú en la playa…". Incluso habíamos comprado una funda sumergible para sacar fotos abajo del agua.

Habíamos planificado (y pagado) esas vacaciones, a bordo del crucero Costa Fortuna, con varios meses de antelación. Pero menos de 24 horas antes de la partida, prevista para el martes 14 de febrero, recibimos un mail en el que Costa Cruceros comunicaba que la salida del barco estaba cancelada por problemas técnicos. Así nos transformamos en unos de los 3.500 damnificados que habíamos...

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