Timbre 4, un símbolo del nuevo perfil de la zona

Timbre 4 abrió en 2002 con una sola sala teatral sobre la avenida Boedo 640, entre México e Independencia. Su director, Claudio Tolcachir, llegó al barrio para vivir y decidió instalar allí su proyecto artístico. En 2005 se puso en escena por primera vez la obra La omisión de la familia Coleman.

El éxito fue tal que cambió por completo la forma de trabajar de este emprendimiento independiente, que en 2010 abrió una segunda sala sobre la calle México. Si no se sabe de antemano que se trata de un teatro, el portón negro con letras blancas que lo identifica apenas puede diferenciarse de cualquier otro garaje de la cuadra.

"El teatro empezó a explotar con La omisión de la familia Coleman. Empezamos a facilitar la venta de entradas con anticipación, reforzamos la comunicación. Fueron saliendo bien algunos trabajos. Mejoramos para que a la gente le sea fácil llegar; eso fue un laburo que nos demandó unos diez años", cuenta Jonathan Zak, uno de los productores del complejo.

Lugares nuevos

Para Zak, la relevancia que cobró el teatro en la escena independiente tiene relación con la mayor cantidad de gente que se acerca a la zona en busca de nuevos lugares de consumo cultural. "Por Timbre 4 pasan alrededor de dos mil personas por semana, eso influye que venga...

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