Talentos eclipsados

Esta semana empezó con eclipse de Luna. El espectáculo de nuestro satélite ocultándose bajo el cono de sombra de la Tierra y adquiriendo tonalidades anaranjadas fue de una belleza hechizante que capturaron e hicieron circular por las redes sociales cientos de fotógrafos profesionales y amateurs. Pero hace un par de noches, cuando apareció a poca altura sobre el horizonte, en el ángulo en que parece estar a tiro de piedra y enorme como un queso luminoso suspendido en el cielo, era imposible resistirse a la fascinación que provoca cuando está "al natural", sin velos.El fenómeno astronómico me hizo pensar en que, como los personajes de la escena cósmica, también los talentos pueden estar eclipsados. Ocurrió muchas veces en el caso de mujeres que, educadas en la cultura de la abnegación, contribuyeron a la obra de familiares que recibían el crédito por sus logros.Un par de películas recuperan estas historias. Una de ellas es Ojos grandes, de Tim Burton, que cuenta la trama del éxito de Walter Keane, un artista que en los años sesenta se hizo famoso (y desmesuradamente rico) pintando retratos de chicos, mujeres y animales de ojos enormes y tristes. El pequeño detalle es que la que creaba las obras era su mujer, Margaret, encerrada en un estudio y trabajando de sol a sol. Otra muy reciente es Colette, film protagonizado por Keira Knightley. Repasa la vida de la escritora francesa nacida en la campiña que se casa con un escritor parisino bastante mayor, "Willy" (Henry Gauthier-Villars). Este adquiere notoriedad firmando la serie de novelas protagonizada por Claudine, que en realidad había escrito ella a partir de sus experiencias de niñez y adolescencia.La ciencia ofrece historias parecidas. Por ejemplo, la de Caroline Herschel, hermana del célebre astrónomo, William, y hoy considerada la primera astrónoma profesional. Nacida en 1750 y sin educación formal, se dedicó durante la mayor parte de su vida a ayudar incondicionalmente a William. Primero, comprando, cocinando, limpiando, cosiendo y pagando las facturas, y, al final de la...

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