Snacking: agregan una “quinta comida” 8 de cada 10 personas

Como el mosquitero que ayuda a prevenir la malaria, a veces pequeños hábitos pueden tener un gran impacto.

Con esta idea en mente, Esteban Carmuega, director del Centro de Estudios sobre Nutrición Infantil (Cesni) y María Elisa Zapata, magíster en nutrición humana y calidad de los alimentos, e investigadora adjunta de la misma institución, decidieron analizar los patrones de snacking de los argentinos, es decir, cómo, cuándo y cuánto comemos entre comidas.

Los resultados de una encuesta realizada a 1363 personas de entre 3 y 69 años en las cinco ciudades más grandes del país, una muestra representativa de la población urbana residente en centros de más de 280.000 habitantes, los sorprendieron: ocho de cada diez ingieren habitualmente una quinta comida. En otras palabras: comen y toman algo fuera del desayuno, el almuerzo, la merienda y la cena. Sólo el 30% incorpora alimentos saludables.

"Decidimos investigar este tema en el escenario actual de enfermedades crónicas, aumento del consumo de nutrientes que comprometen la calidad de la dieta y deficiencia de otros, como el calcio, el hierro y ciertas vitaminas –explica Carmuega–. Este hábito representa una oportunidad de realizar cambios rápidos y fáciles."

Las sociedades occidentales organizan sus comidas (tres o cuatro) según un patrón común. En general, tienen un menú planeado de antemano, se consume en compañía de otros y en lugares específicos.

El snacking (snackeo o "quinta comida", los investigadores todavía no se ponen de acuerdo sobre el nombre que deberían adjudicarle a esta costumbre que difiere del "picoteo", sobre el que no se guarda registro, y de la "colación", indicada por un médico) es la comida entre comidas que no cumple con estas premisas.

"El snacking se caracteriza por no consistir en alimentos específicos, no realizarse en un lugar determinado y no ser compartido -subraya Zapata-. Es un episodio no provocado por el hambre, sino por un estímulo externo no fisiológico."

Los individuos encuestados lo realizaban sistemáticamente entre tres y siete veces por semana, a la mañana o a la tarde, aunque algunos lo hacían a la noche.

Ciertos autores interpretan que este tipo de hábitos no tiene valor nutricional positivo, pero el equipo de Cesni descubrió que un tercio de los que participaron del estudio elige en casi la totalidad de sus snacks alimentos saludables, un 37% tiene un perfil "mixto" (combinan alimentos saludables y no saludables; por ejemplo, toman bebidas sin azúcar...

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