Singularidades e ilusiones de un gobierno provisional

Alberto Fernández y Juan Manzur, en José C. Paz

El trípode sobre el que se asienta la coalición gobernante es hoy más débil que en la noche de las elecciones, que luego de las cartas-bomba arrojadas sobre la Rosada y que después de la renovación ministerial. Aunque esto resulte paradójico .

Más que un cambio de gabinete, la llegada de Juan Manzur a la oficina contigua del despacho presidencial implicó un cambio de gobierno , que reforzó la imagen de fragilidad de Alberto Fernández, Cristina Kirchner y, en menor media, Sergio Massa , tras el colapso electoral y las disputas por las causas y la paternidad (o maternidad) de esa derrota.

La inicial hiperactividad del nuevo jefe de Gabinete no logra despejar, sino que refuerza, la percepción de que se está ante un equipo de gobierno provisional, que en seis semanas pondrá a prueba su consistencia y durabilidad . Tanto como será desafiada la geometría de la coalición oficialista. Por ahora, es el Gobierno del aguante y la supervivencia.

La resurrección de algunos dirigentes que las elecciones de 2015 habían jubilado y la entrega de la casilla de guardavidas al más que tradicional peronismo provincial exponen la fragilidad del artefacto que creó Cristina Kirchner. No es con la imagen de los nuevos que se busca recuperar a los votantes perdidos, sino con gestión y a pesar de su imagen. Una ecuación compleja, pero es lo que tenía el oficialismo para sostener la administración del Frente de (casi) Todos e intentar una recuperación. La renovación dirigencial, el trasvasamiento generacional y la paridad de género deberán esperar tiempos mejores. O peores .

La vicepresidenta acaba de comprobar que la fuga de poder no fue obturada en 2019. No bastó la fuerza de su palabra para imponer los cambios en el tiempo y menos en la forma que ella demandaba. Necesitó tirar una bomba de fragmentación sobre su criatura . Ninguno salió ileso. El gabinete es producto de resignaciones y negociaciones, cuya consistencia es motivo de serias dudas. Singularidades del gobierno provisional.

Para comprender la naturaleza y magnitud de esas peculiaridades hay que mirar la continuidad de Wado de Pedro . Explican su permanencia el pragmatismo y el alto umbral de tolerancia al castigo de Alberto Fernández, tanto como su debilidad,

En las cercanías de Fernández, aseguran que el Presidente no quería que "Wadito" siguiera en la cartera política , después de que se enterara por los medios de su carta de renuncia. Pero es lo que...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR