Signo de los tiempos. Legisladores que pasan a marzo sin examen

José Luis Espert reparte carpetas con sus propuestas a Diego Santilli y Victoria Tolosa Paz durante el debate organizado por TN

Décadas de propaganda transformaron a la comunicación política en un recurso electoralista más que una instancia orientada a fortalecer la democracia. Conferencias de prensa que son anuncios unilaterales, vocerías por años silenciadas que se activan con la aclaración de que la portavoz se dedicará a verificar que la prensa "porte la voz" oficial, hablan de la idiosincrasia de una ley electoral que asegura segundos de publicidad antes que información. Al punto que, cuando incorporó el debate presidencial en 2016, el castigo por no presentarse fue quitar el espacio publicitario.

Estamos tan acostumbrados a celebridades políticas que solo entienden los debates como un espectáculo donde el votante es tratado como un espectador, que no se entiende el valor de la evaluación de competencias técnicas de representantes que decidirán sobre el destino de los votantes. Para el primer enfoque, los debates se ganan o pierden como riñas de gallos. Para el segundo, se trata de superar o no un examen que los aspirantes deben rendir sobre un mismo tema, sin que valga llevar machetes o memorizar las consignas de siempre. La audiencia enseguida detecta la impostura porque el discurso se puede falsear, pero la reacción espontánea no se puede producir.

El desempeño de candidatos por la Ciudad de Buenos Aires fue más atractivo porque hubo más clima de estudiantina. Estaba la que estudia tanto que se pone nerviosa (Vidal); el que no estudia, pero improvisa sobre cualquier tema (Santoro); el que solo cita de memoria los mismos autores (Milei) y la que hasta en el examen habla como en el centro de estudiantes (Bregman).

Ese role playing de mesa examinadora que disfruta la ciudadanía y del que reniega la política explica la diferencia de interés entre los dos debates que organizó la señal de noticias TN para postulantes a diputados. E l desempeño de candidatos por la Ciudad de Buenos Aires fue más atractivo porque hubo más clima de estudiantina. Estaba la que estudia tanto que se pone nerviosa (Vidal); el que no estudia, pero improvisa sobre cualquier tema (Santoro); el que solo cita de memoria los mismos autores (Milei) y la que hasta en el examen habla como en el centro de estudiantes (Bregman).

Los candidatos de la provincia de Buenos Aires , en cambio, no supieron salir de los espacios cedidos a los partidos para la propaganda electoral...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR