Sarmiento, Gonnet, Tedín y Cafferatta

El mando presidencial pasó de Bartolomé Mitre a Sarmiento, luego a Avellaneda y, más adelante, a Roca. Pero cuando se acercaba el tiempo de una nueva sucesión, Sarmiento decidió que combatiría al oficialismo con la pluma y la palabra. El proyecto consistía en fundar un diario combativo. Por ese motivo salió a buscar entusiastas capitalistas que se sumaran a la cruzada. Encontró voluntades dispuestas y se consiguió un socio principal, Luis María Gonnet, que tenía 30 años, es decir, era 44 años más joven que el sanjuanino.Gonnet era un escritor de muy buenas aptitudes, gran lector (al morir, su biblioteca sería comprada para dar origen a la de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA), muy sociable y entretenido, además de admirador de Sarmiento. Hay que tener en cuenta que durante la presidencia de su flamante socio, Gonnet era un adolescente que recién demostraba inclinación hacia las letras.Eran los primeros días en la vida de El Censor y el joven deseaba que sus amigos conocieran al célebre socio. Una noche que se encontraba reunido con ellos les propuso que fueran juntos a la imprenta y, mientras tomaban un café, verían a Sarmiento en acción, corrigiendo las pruebas (se imprimía un ejemplar y el ex presidente se ocupaba de controlar que no hubiera errores ortográficos o de edición). Los amigos aceptaron encantados. Pero al sanjuanino no le gustó la idea. Cuando ingresó el sirviente con la bandeja y las tazas de café, Sarmiento preguntó si El Censor ya daba utilidades. Correcto, el joven socio respondió que todavía no, pero que en el futuro...