Rosemary Goldie.In memoriam

AutorCarmen Villa

Las exequias de Rosemary Goldie se celebrarán este viernes en Sydney

SYDNEY, miércoles 3 de marzo de 2010 (ZENIT.org).- Pablo VI la llamó “nuestra colaboradora”, Juan XXIII le decía cariñosamente la “chiquitita” (piccinina, por su tamaño) , el cardenal Albino Luciani (luego Juan Pablo I) la defendió fuertemente ante algunas asociaciones femeninas que la criticaban.

Juan Pablo II fue a visitarla en su oficina en el palacio San Calixto y Benedicto XVI también fue a verla durante su viaje a Sydney en 2008. Era Rosemary Goldie, la primera mujer en ocupar un cargo directivo en la Santa Sede, al ser nombrada en 1967 como subsecretaria del Pontificio Consejo para los laicos, cargo que ocupó durante casi una década.

El pasado 27 de febrero, a la edad de 94 años, Goldie murió en la residencia de ancianos dirigida por la comunidad de las Hermanitas de los Pobres, ubicado en el sector de Randwick en Sydney, Australia.

Su sucesor en este cargo, el uruguayo Guzmán M. Carriquiry la calificó, en diálogo con ZENIT, como “una de las protagonistas de la gran corriente histórica contemporánea de la promoción del laicado en la Iglesia”.

“Acompañó las décadas cruciales en el tema de la dignidad y responsabilidad de fieles laicos en la Iglesia”, agrega el actual subsecretario del Pontificio Consejo para los Laicos.

Una vida al servicio de la Iglesia

Rosemary nació en Sydney el 2 de febrero de 1916 y vivió 50 años en Roma: desde 1952 hasta 2002.

Estudió en la universidad de Sydney y, gracias a una beca que obtuvo de parte del gobierno francés, pudo continuar sus estudios en la universidad de la Sorbona en París. Entre sus profesores se encontraba el célebre filósofo Jacques Maritain y, por medio suyo, entró en contacto con la organización de mujeres laicas católicas Grial, y con Pax Romana.

Después de la II Guerra Mundial, Rosemary regresó a Australia, donde realizó otros cursos universitarios y promovió a nivel local la Grial y Pax Romana. Luego regresó a París para hacer un doctorado en literatura francesa.

Más adelante se trasladó a Friburgo, sur de Alemania, como colaboradora de Pax Romana. En octubre de 1952 viajó a Roma para formar parte del Comité permanente para los congresos internacionales para el apostolado de los laicos (Copecial).

Regresó a la Ciudad Eterna en 1957, donde entró en contacto con personas como Joseph Cardjin, quien posteriormente fue nombrado cardenal, y con el entonces arzobispo de Milán Giovanni Battista Montini, quien se convirtió...

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