El regreso de una obra imperdible

"Despedida definitiva", dice la información de prensa sobre el regreso de Estado de ira, la excelente obra escrita y dirigida por Ciro Zorzoli que se estrenó en 2010 en el teatro Sarmiento y saltó un año después a la avenida Corrientes. Este mes volvió a escena, en el Picadero, con dos funciones por semana, numerosos premios cosechados y los mismos actores brillantes que participaron cinco años atrás de un proyecto de experimentación comandado por Zorzoli. Aquel trabajo derivó en una de las propuestas más interesantes para indagar en el quehacer teatral desde el interior del teatro: Estado de ira es una reflexión irónica e inteligente sobre el trabajo del actor; por qué, para qué y para quién se hace teatro hoy.

La obra transcurre durante un ensayo general de Hedda Gabler, de Ibsen, a cargo de un grupo de actores municipales al que se suma una actriz con ínfulas de estrella para hacer el papel protagónico. Todo lo que sucede en escena y durante los tiempos de descanso del elenco de ficción es desopilante. "Creo que la excusa de la obra es el teatro, pero en lo profundo tiene que ver con las relaciones humanas", dijo el autor y director en una entrevista publicada en LA NACION en 2011. Ese año, impulsado por el boca a boca, el espectáculo fue sumando público, premios y elogios. Con una función semanal en la sala chica del Metropolitan, en pocas semanas logró algo por entonces inédito en la cartelera porteña: imponer los lunes, tradicionalmente reservados para el descanso de los actores, como nuevo día para ver teatro. Con un elenco sólido integrado por actores que, también por entonces, eran más conocidos...