Reabrió La Samaritaine, la exclusiva tienda de París que pasó del abandono absoluto al lujo y esplendor

En La Samaritaine puede uno encontrar absolutamente todo

En 2005 la persiana se bajó. La dificultad por adaptarse a los nuevos hábitos de consumo y la complejidad para la adecuación del edificio a las modernas exigencias de la Préfecture de París en materia de prevención de incendios llevaron a que La Samaritaine dijera adiós... hasta ahora. Sus puertas se reabrieron y se la ve renovada y lista para las demandas de estos días. Y, también, bañada en lujo.

Situada en una locación de ensueño, a un lado del Pont Neuf, junto al Sena, en la rive droite, entre el Louvre y Notre-Dame, fue fundada por Ernest Cognacq hacia 1870. Su nombre deriva de una bomba de agua construida sobre el puente que, hacia fines del siglo XIX, todavía llevaba agua desde el río hasta las Tullerías y el Museo. La bomba estaba decorada con una escena del Evangelio según San Juan que narra la historia de Jacob y La Samaritana. Si bien fue demolida a principios del siglo XX, bajo esa imagen, sobre el puente, Ernest Cognacq se instalaba cada día con una sombrilla bajo la cual desplegaba su mínimo negocio de venta de telas.

Fue fundada por Ernest Cognacq hacia 1870

Con el tiempo, el emprendedor pudo comprar un pequeño local a pocos metros de ese sitio. Con el correr de los años, fue progresando hasta adquirir los edificios contiguos y convertirse en el dueño del ambicioso complejo de cuatro manzanas , que terminó cerrado entrado el siglo XXI. Hoy cubre una superficie de 20.000 metros cuadrados y es la tienda más grande, apenas por delante de las Galerías Lafayette y de Au Printemps.

El costo de la remodelación ascendió a €750 millones y fue asumido por el grupo LVMH (Luis Vuitton - Moêt - Hennessy) dueños de marcas como Dior, Givenchy, Dom Pérignon, Bvlgari, Tiffany y accionistas mayoritarios del otro almacén, la grande épicerie de Paris, Le Bon Marché, en la rive gauche del Sena.

El puesto callejero que atravesó la Belle Époque

La transformación de La Samaritaine de puesto callejero en Gran Almacén atraviesa los maravillosos e imborrables años de la Belle Époque, el Art Nouveau y el Decó. La presencia de estos estilos en las altas y estilizadas columnas de hierro, los techos vidriados, los mosaicos y los frisos en tonos verdes y dorados , con motivos florales que cubren las paredes, todavía se percibe gracias a una delicada y elegantísima remodelación ideada por el arquitecto Frantz Jourdain para este casi intocable monumento histórico.

Con el correr de los años, su dueño fue...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR