Personas y deseos en una banda de sonido sin película

Hay nombres, apellidos y deseos que han acompañado toda la vida artística de Mingui Ingaramo. Probablemente, el último disco de este compositor, pianista y guitarrista cordobés sea consecuencia de todo aquello. Se llama El viento el tiempo y parece la banda de sonido de una película todavía no filmada. Cada track, de piano solo o de orquesta de cámara, es una sugerencia para que el oyente arme su propia película.

¿Por qué este disco puede ser consecuencia de una parte de su vida? Tal vez por las situaciones que lo llevaron hasta allí.

Un nombre: Juan Carlos. En Córdoba, los Ingaramo son una familia muy ligada a la música. Mingui y su hermano Juan Carlos crearon, en la década de los ochenta, Los Músicos del Centro, banda que, además de acompañar a Litto Nebbia en uno de sus discos, fue parte del sonido de jazz fusión, instrumental y vernáculo de aquellos años. Así fue como Mingui comenzó a transitar su camino profesional. "Vengo de ahí, de los ochenta y de la fusión. Pero en un momento sentí que tenía que mudar de piel. Me volqué más al piano y a lo acústico, que era otra forma de ver el mundo. Ahora la conexión expresa exactamente lo que quiero tocar."

Un apellido: Homer. Entre las primeras influencias de Mingui estaba la del guitarrista Lalo Homer (intérprete indispensable de la música nativa e integrante de Tres para el Folklore, en los años sesenta). En el último disco de Ingaramo, uno de los temas está dedicado a Daniel, hermano de Lalo, y todos los arreglos orquestales del álbum quedaron en manos de Obi, otro de los músicos del clan Homer. "Los Ingaramo y los Homer somos como una misma cosa -dice Mingui-. Somos todos del barrio San Vicente. Vivíamos a tres cuadras. Cuando lo llamé a Obi para hacer los arreglos de este disco, no tuve que decirle ni explicarle nada de lo que quería", dice el pianista.

Otro apellido: Hendrix. Éste es el nombre que...