La peor crisis de gobierno

ROMA (De nuestra corresponsal).- Este es el annus horribilis de Benedicto XVI. Juegos de poder, intrigas, reciclaje de dinero, "topos" que filtran documentos clasificados con fines oscuros. Lo que vive su papado con los "VatiLeaks" es el resultado de una evidente crisis de gobierno en el corazón mismo de la Santa Sede.Para el Santo Padre, un intelectual amante de la música y la teología, de 85 años, ajeno a los juegos entre facciones que ensombrecen su reinado, fueron terribles los últimos doce meses, marcados por una inédita fuga de noticias. Casi peores, a nivel de imagen mundial, que esos meses de 2010 marcados a fuego por el escándalo por abusos sexuales de niños de parte del clero.Como escribía ayer el historiador católico Alberto Melloni en el Corriere della Sera: "Nunca el desconcierto ha llegado a estos niveles en la Iglesia Católica. Pero esta vez hay más: la sensación de un desorden sistémico"."La Curia romana siempre ha sido un nido de víboras. Pero antes, al menos, era la más eficiente organización estatal del mundo. Administraba un imperio sobre el cual no llegaba el ocaso del sol y tenía una diplomacia sin igual. ¿Hoy qué quedó de todo eso?", se preguntó el escritor católico Vittorio Messori, que escribió dos libros junto a Juan Pablo II y Benedicto XVI. "Hoy el verdadero problema de la Iglesia tiene que ver con la mediocridad de su personal", denunció.Disparen a BertonePara muchos expertos, el gran culpable del desgobierno y el blanco de los "VatiLeaks" es el segundo del Papa, el secretario de Estado...