De la Patagonia a Buenos Aires

Erika Halvorsen es oriunda de Río Turbio, "la capital nacional del carbón", ubicada en la provincia de Santa Cruz. Apenas comienza a hablar cuenta, con orgullo, que es la tercera generación de "nacidos y criados" y que su bisabuelo llegó de Noruega para convertirse en el primer poblador de El Chaltén.Estudió dirección en el Instituto Universitario Nacional de Artes y, con apenas 27 años, debutó como guionista de televisión con Amanda O , la tira que protagonizó Natalia Oreiro. Luego, formó parte de los equipos autorales de Casi á ngeles, Herederos de una v enganza y Los ú nicos 2. Hoy, con 31, tiene dos de sus obras en cartel: Hija de Dios , unipersonal sobre la vida de Dalma Maradona, y Next , una suerte de catálogo de fracasos amorosos que confeccionó junto a un grupo de actrices amigas. Además, Vic y Vic , la obra que estrenó en la edición 2007 de Teatro x la Identidad con gran repercusión, sigue presentándose en la versión itinerante del ciclo.Por si fuera poco, se prepara para su debut internacional, junto a Adriana Barraza, la actriz mexicana nominada al Oscar por su trabajo en Babel , quien eligió a Halvorsen para que fuera ella quien escribiera y dirigiera un unipersonal sobre sus 40 años de profesión, que se estrenará el 21 de septiembre en Ciudad de México."Adriana estaba acá en Buenos Aires y su hija, Carolina, que es amiga mía, me dijo: «Mi mamá quiere reunirse por vos». Y Adriana vino a casa y me dijo: «El año que viene cumplo 40 años en la profesión y me quiero regalar un unipersonal, pero no tengo idea de lo que quiero. Me gustaría hacer un recorrido por mi carrera y hacer cosas que me quedé con ganas de hacer. Me quiero dar ese gusto». Por eso, el unipersonal se llama Me doy el gusto" , cuenta Halvorsen.La distancia que separa a la actriz de la dramaturga hizo que el proceso de escribir este unipersonal tuviera sus particularidades: "Empecé a tirarle puntas, buscando un hilo conductor y buceando un poco en todo su recorrido. Ella iba recordando cosas de su pasado y, a partir de ellas, armé una estructura por unidades temáticas. Le escribía los avances y le ponía «bueno, acá va eso que me contaste». Esto era por teléfono y por Skype. Mi idea primero era escribírselo, nada más. Pero cuando lo terminé, me dijo: «Bueno, pero esto lo tienes que dirigir tú» -dice Erika-. Ella ahora está con el texto y tenemos reuniones por Skype, donde hablamos de cosas puntuales o conceptuales. Todo lo que es movimiento ya lo pasamos...