El partido que cambió la historia del básquetbol

Y claro. ¿Cómo no iba a haber risas? Si los tipos eran unos monstruos. "¡Vos marcás a Pierce!" "¡Vos marcás a Reggie Miller!" "A vos te toca te toca Finley." Los jugadores argentinos se cargaban entre ellos ante la inminencia del compromiso más duro de sus carreras: enfrentarse con 12 basquetbolistas de la NBA en un Mundial. Y en Indianápolis, la ciudad más devota de la pelota naranja en el mejor país en este deporte, lejos. Lejísimos.Se trataba de un Dream Team. No tan vistoso como el de Barcelona 1992, pero Equipo de los Sueños al fin. En esa condición (con los NBA), Estados Unidos acumulaba 58 victorias sin traspiés, desde su nacimiento en el preolímpico de Portland, en el que había batido a una buena versión de la Argentina -Milanesio, Campana, Espil, Montenegro- por 41 puntos (128-87). Diez años después, el 4 de septiembre de 2002, nuestra Generación Dorada le propinó el disgusto más grande de su década de existencia: con un 87-80 lo volvió vulnerable, humano.Perder ese día implicaba cruzarse con Yugoslavia en el cuarto de final. ¿Guardar energía? Nada de eso. Había un señor, de bigote, cordobés, serio, demandante al extremo, que quería ganar. Y lo creía posible. Era Rubén Magnano. "No pensamos que se podía. Nos cayó la ficha en la charla previa. Rubén empezó a hablar de estrategias. Nos miramos y pensamos «esto va en serio». Él nos puso en la cabeza que se podía ganar", contó Leandro Palladino, uno de los héroes."Teníamos una arenga, que era saltar y cantar en el pasillo del vestuario. Parecida a la de EE.UU., pero ésa era muy liviana. Nosotros la hacíamos gritando, chocando contra las paredes. Nos ponía como locos, bien arriba. Desde entonces el equipo la hace siempre", recordó Torito.Una noche rara, maravillosa para unos, de pesadilla para los otros. La selección estaba al frente por ¡34-21! al cabo del primer cuarto. Y por ¡53-37! tras la mitad inicial. La diferencia había llegado a ser de 20 (52-32), récord contra un Dream Team. Dicen que la Argentina nunca jugó tan bien como en ese torneo. Lo hizo en equipo, con goleos parejos, muchas asistencias e inteligencia táctica. "¡Siete...