En su adiós, un Papa conmovido afirmó: 'No abandono la cruz'

ROMA.- "Siempre supe que la barca de la Iglesia no es mía, ni nuestra, sino que es del Señor, que no deja que se hunda." "No abandono la cruz, sino que me quedo en modo nuevo, junto al Señor crucificado."http://www.lanacion.com.ar/1558381-conmovedora-despedida-de-benedicto-xvi-ante-miles-de-fieles ayer del trono de Pedro con una catequesis monumental.http://www.lanacion.com.ar/1558387-el-mensaje-en-castellano-que-leyo-el-papa-en-su-ultima-audiencia, cardenales, obispos, jefes de Estado y diplomáticos que invadieron la Plaza San Pedro, el pontífice que con su renuncia marcó a fuego la historia moderna de la Iglesia en su última aparición pública dejó un testamento.En un texto de alto vuelo dirigido a los fieles de todo el mundo, pareció responder a las críticas y especulaciones de las últimas semanas, marcadas por el desconcierto ante una decisión inesperada.Habló de sus casi ocho años de pontificado, en los que admitió haber tenido momentos "no fáciles", cuando "el Señor parecía dormir".Agradeció a Dios y a todos sus colaboradores porque "un papa no está solo en la guía de la barca de Pedro", y mencionó especialmente a su cuestionado secretario de Estado, el cardenal Tarcisio Bertone. También explicó, una vez más, el sentido de su renuncia "por el bien de la Iglesia".Ovacionado por aplausos interminables, vivas y coros escalofriantes, el Papa, que cumplirá 86 años en abril, admitió estar emocionado. "¡Gracias! ¡Estoy conmovido! ¡Veo una Iglesia viva!", dijo al comenzar a pronunciar la última catequesis de su pontificado. Lució sin embargo muy sereno, sonriente y sobre todo libre. Como si se hubiera sacado un enorme peso de encima.Al llegar a la Plaza San Pedro, que recorrió en el papamóvil saludando y bendiciendo bebes que le alcanzaban desde la multitud, lo esperaba un mar de carteles. La mayoría decían "¡Gracias!" y "Tú eres Pedro, te amamos"."Aquí se puede tocar con la mano lo que es la Iglesia: no una organización, no una asociación para fines religiosos o humanitarios, sino un cuerpo vivo, una comunión de hermanos y hermanas en el cuerpo de Jesucristo, que nos une a todos", dijo el Papa, reconfortado por el inmenso afecto recibido."Experimentar la Iglesia de este modo y poder casi tocar físicamente la fuerza de su verdad y de su amor, es un motivo de alegría, en un tiempo en que tantos hablan de su declinación", agregó.El Papa -que hoy, a las 20 (las 16 de la Argentina), dejará de ser papa y viajará a Castel Gandolfo- recordó su elección al trono de...

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