Orani Tempesta: 'Los jóvenes quieren ser oídos'

RÍO DE JANEIRO.- A los organizadores de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) les gusta pensar que están en manos de Dios, pero lo cierto es que gran parte de la responsabilidad del evento la tiene el arzobispo de Río de Janeiro, Orani Tempesta, presidente del Comité Organizador Local. Su smartphone no deja de vibrar nunca y desde allí, a través de llamadas, mensajes de texto, con aplicaciones como WhatsApp, Viber y Voxer, y sus perfiles en Twitter y Facebook, coordina a un ejército de religiosos y a los más de 60.000 voluntarios venidos de todo el mundo.Pese a que está en la recta final de los preparativos, este ex monje cisterciense de 63 años, experto en comunicaciones, no pierde la calma e incluso se hizo un tiempo para recibir a LA NACION en su despacho de la Arquidiócesis de Río.-¿La ciudad ya está preparada para recibir a los más de dos millones de jóvenes que vendrán y al papa Francisco? ¿Tiene alguna preocupación puntual?-Ya todo está tomando forma, tanto en los lugares de las celebraciones como en la propia ciudad, que se va arreglando. La preocupación es más general: que las cosas puedan salir como fueron planeadas y que los jóvenes se sientan bien recibidos.- Río, al igual que todo Brasil, estuvo convulsionado semanas atrás por masivas protestas en las que los jóvenes tuvieron un rol fundamental. ¿Cuál es su mensaje para los que vienen?-Los jóvenes que están viniendo son en gran parte líderes en sus propios países, que trabajan por un mundo mejor, más justo, más humano. La movilización que sucedió en Brasil tiene mucho que ver con otros movimientos que han ocurrido en todo el...

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