Los oligarcas rusos, del lujo a la estigmatización

MOSCÚ.- Cuando Rusia anexó Crimea en marzo de 2014, Estados Unidos y (UE) respondieron con un arma que poco a poco se está revelando letal: aplicaron sanciones económicas contra un número importante de dirigentes, empresarios y oligarcas que constituían el círculo íntimo del . Para todos ellos, acostumbrados a una vida de lujo y excentricidades, en ese momento comenzó un auténtico calvario.

De la noche a la mañana, todos esos multimillonarios fueron estigmatizados en Occidente e impedidos de pisar suelo europeo o estadounidense. "Fue sobre todo la prohibición de viajar por Europa lo que más los mortificó. Es gente que vive en Suiza, Finlandia o Alemania. Allí tienen propiedades, envían a sus hijos a escuelas exclusivas y gastan su dinero a mano abierta", precisa Anders Aslund, investigador del Peterson Institut for International Economics y ex consejero de los gobiernos de Ucrania y Rusia en los años 1990.

Entre esos privilegiados se encontraban Guennady Timochenko, que hizo una fortuna gigantesca en la industria del petróleo; Igor Sechin, presidente de Rosneft, la principal empresa petrolera rusa, y los magnates Arkady y Boris Rotenberg, accionistas mayoritarios de la empresa de construcción Stroygazmontazh, y los bancos SMP e Invescapitalbank.

Como los otros, Timochenko, que pesa entre 12.000 y 16.000 millones de dólares, tuvo que abandonar su residencia en Suiza y resignarse a regresar a Rusia. Ese abrupto cambio de vida se produjo el 20 de marzo de 2014, cuando su nombre apareció en la primera lista de sancionados y sus empresas quedaron en la mira de Washington y Bruselas.

Sexta fortuna rusa, Timochenko también se vio obligado a ceder sus partes -que representan el 43% del capital del trader petrolero Gunvor- a su asociado Torbjorn Tornquist, ciudadano sueco, "para asegurar la continuidad de las operaciones".

La dramática experiencia de Timochenko provocó pánico entre los oligarcas rusos instalados en Londres. Hasta ahora protegidos de las sanciones europeas por el gobierno británico y la City, todos se preguntan hasta cuándo el equipo del primer ministro David Cameron podrá resistir a las presiones de Washington a favor del congelamiento parcial o total de sus haberes financieros e inmobiliarios que poseen en ese país.

En una columna publicada en el New York Times, el líder opositor Alexei Navalny solicitó hace poco a Occidente más sanciones contra otros amigos de Vladimir Putin. Entre ellos citó a Roman Abramovich y a Alisher...

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