Nuestro ocultamiento
Autor | Darío Cocetta |
Cargo | Redactor responsable |
Martín Buber recuerda en uno de sus textos la cita bíblica que recoge la pregunta que recibe Adán en el Edén: “¿dónde estabas?” Esta era reverdecida por un carcelero, indagando en la sapiencia del rabino que esperaba ser juzgado en la Rusia prerrevolucionaria. La respuesta del religioso transforma un cuestionamiento aparentemente ajeno a la circunstancia de vida del circunstancial guardián, en una “brasa viva” que sostiene todo aquel que reflexione sobre la responsabilidad que como seres humanos tenemos en nuestro paso sobre la tierra.
Señala allí Buber, el sentido permanente de inquietud que esta pregunta tiene para los seres humanos. “El jefe, un hombre perceptivo, se dio cuenta de la clase de persona que tenía ante sí. Comenzó a conversar con el prisionero y trajo una serie de cuestiones que le habían surgido mientras leía las escrituras. Finalmente interrogó: ¿cómo debemos entender el hecho de que Dios, que todo lo sabe, pregunte a Adán: “¿Dónde te encuentras?” -
¿Crees tú – contestó el rabino- que las escrituras son eternas y que todas las épocas, todas las generaciones y todos los hombres están incluidos en ella?
- Creo que sí, dijo el otro
- Pues bien, dijo el zaddik, (nombre que reciben los líderes de la comunidad jasídicas) en cada época Dios llama a cada hombre: “¿dónde estáis en vuestro mundo? Tantos años han pasado y, ¿cuán lejos habéis avanzado en vuestro mundo?” Dios dice algo así como: “Has vivido 46 años, y ¿Cuan lejos has llegado”
(…) “Al preguntar, Dios no espera aprender algo que no conoce; lo que anhela es producir un efecto en el hombre que sólo una pregunta de esta índole puede producir. Busca llegar al corazón del hombre siempre y cuando el hombre le permita llegar a su corazón. Adán se esconde para evitar rendir cuentas, para escapar de la responsabilidad por su modo de vivir. Todo hombre se esconde con el mismo propósito, porque todo hombre es Adán y se encuentra en su situación. Para escapar de la responsabilidad de su vida, el hombre convierte la existencia en un sistema de ocultamientos. (…)”1.
Y nosotros, observando nuestro tiempo, y nuestra realidad quizás también podríamos preguntarnos:¿de qué queremos ocultarnos? ¿Será que negamos nuestra participación o nuestra huída frente a la sociedad que construimos y la vergüenza que nos...
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