De objetivos primarios y secundarios

El recorrido de Vélez e Independiente, sobre todo, demuestra cómo los planes pueden alterarse, torcerse o cambiarse de forma sustancial. Algún movimiento desestabilizante cambia al paso. ¿Qué hacer? Adaptarse, maniobrar en una recta luminosa o zigzaguear entre caminos de ripio. Tan paradójico se volvió el fútbol argentino en los últimos tiempos que el torneo Clausura, por ahora, comanda el ritmo de Vélez e Independiente -se insiste: sobre todo- en la Copa Libertadores. Sí, como se oye.Vélez empezó el campeonato local a media máquina, sin la fuerza de otros tiempos, con dos empates y una derrota. Así, por ahora, ve la ocasión ideal en el terreno internacional. Ganó el primer partido y otra victoria, hoy, a las 20.15, en Liniers, ante Universidad Católica, de Chile, le despejaría el camino en el Grupo 4.Independiente... qué decir de Independiente. Doce partidos consecutivos sin triunfos en el Clausura debilitaron demasiado su promedio. Tanto que los demás ganan terreno y los Rojos suman preocupaciones. Tanto que aquellos que parecían tan lejos hoy están bastante cerca. Aunque nadie quiera mencionarlo, el riesgo de la Promoción empezó a tomarse con cuidado por Avellaneda. Pese al triunfo ante Peñarol por 3-0 en el debut en el Grupo 8, la Copa Libertadores pasó a un segundo plano y hoy, a las 22.30, en la altura de Quito, Independiente reservará varias piezas ante Liga Deportiva Universitaria, ya un viejo conocido para los rivales argentinos.En Vélez parecía seguro el regreso de Santiago Silva, recuperado de un desgarro en el isquiotibial izquierdo; sin embargo...