Como en Notting Hill

Llegó la primavera , aquella, la de antes. Un vecino colocó en el techo de su balcón muchas luces pequeñas en forma de guirnaldas que al atardecer, cuando el sol desaparece lento, tintinean y hacen creer que se puede estar más cerca del cielo. Se escuchan los gritos alegres de los niños y las niñas, que salen de la escuela como si cada día comenzara el fin de semana.

Por las tardes hace apenas calor . Las mesas de los bares en las veredas están repletas de jóvenes que hablan y beben alcohol y de vez en cuando fuman y hablan porque tienen que decir todo aquello que callaron por meses, por años. Las veredas tienen flores. En el barrio de casas bajas un chalet de ladrillos a la vista exhibe, justo en la entrada, a la izquierda de la puerta principal, montones de azaleas en tonos rosados y violetas que simulan que esa época metálica del silencio, del encierro y de la muerte quedó atrás. En los puestos hay lirios exquisitos, blancos, rosas, naranjas, amarillos. Las plazas se completan aún más de gente que llega y se instala y despliega manteles sobre el césped apenas húmedo por el rocío viejo. Están aquellos que siguen, que corren, que andan en bicicleta, que patinan, que se entrenan. Las amigas se encuentran en los cafés, los amigos también, caminan juntos mientras charlan y ríen para dejar atrás eso que quieren. Los abuelos con las nietas pasean y juegan cada cual a su ritmo y toman un helado y los más pequeños se ensucian pero ya no es un problema mayor porque las cosas se limpian, se pueden limpiar, las manchas se van. Las familias almuerzan dentro de las casas.

Las hojas que caen sobre las veredas y crujen al ser aplastadas son un buen augurio. Lo que se rompe no siempre se destruye . Aparecen los perros, cada vez son más. Sus dueños los sacan a relucir al aire libre para que el resto se entere, para moverse un poco, y de vez en cuando les tiran una pelota para que la traigan de vuelta, para que quede claro quién es quien manda. No hay gatos. Hay muchos pájaros y están las palomas. Al aire libre todo parece justamente eso, la...

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