El nocivo predomino de la narrativa populista corporativa y antirrepublicana

Unas 200 personas se acercan todas las noches a Plaza de Mayo a recibir alimentos que reparte Red Solidaria.

Cincuenta años antes de que Cristóbal Colón cruzara el Atlántico, ya naves chinas se habían embarcado en una expedición no menos ambiciosa. Pero la dinastía Ming decidió deshacerse de la flota (ordenó destruirla), replegarse hacia adentro y rechazar toda influencia externa. La narrativa dominante aseguraba que al Imperio del Centro le daba y sobraba para vivir con lo suyo y perpetuar la dinastía. Dos siglos después los emperadores japoneses adoptarían una política semejante para imitar la "estacionariedad" de China. Cuando lord Macartney lideró una delegación inglesa para establecer vínculos comerciales con los chinos en 1792-1793, su propuesta fue rechazada porque, en palabras del emperador Quianlong, su imperio poseía todo en abundancia y no necesitaban importar manufacturas de "bárbaros" en intercambio de su propia producción.

Pero empezó la Revolución Industrial en Europa y el aislamiento de la China estacionaria volvió imprevisible el cambio de frontera tecnológica, convirtiendo una economía poderosa en una potencia declinante que, primero, sucumbió al poder naval británico y a la Guerra del Opio, y, más tarde, sumida en la dominación extranjera y la incertidumbre, pasó por una guerra civil y fue sometida a la nueva narrativa del comunismo de Mao, que derivó en persecución y hambruna. El encuentro de Mao y Nixon generó un hecho geopolítico nuevo, y, más tarde, Deng Xioping, otrora perseguido del Partido, pudo persuadir a sus camaradas e imponer un nuevo paradigma referencial económico de apertura e incentivos capitalistas: "No me importa el color del gato, sino que cace ratones".

Después del arribo del capitán estadounidense Matthew Perry en 1853, el Japón estacionario y feudal empezó a abrirse y a introducir tecnología occidental. Cambió la narrativa referencial dominante y promovió el desarrollo con un nacionalismo expansionista que colapsó en la Segunda Guerra Mundial. Con la intervención de ocupación y la negociación de una nueva Constitución de corte liberal, se afianzó otra narrativa referencial democrática y de desarrollo económico capitalista que catapultó al país en tres décadas hasta convertirlo en la potencia a imitar del sudeste asiático. Así como hay ejemplos de estacionariedad en paradigmas narrativos con tendencias declinantes, también los hay de narrativas referenciales con tendencias ascendentes: tal vez Suiza y...

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