Una noche de rock arrogante

Parafraseando al fútbol, Babasónicos juega de local en el Luna Park y sin público visitante. Es sábado a la noche y, en suelo porteño, el rock vernáculo está viviendo una de sus mejores jornadas en lo que va del año. Obras reabre hoy sus puertas para la música en directo con Skay Beilinson y su banda, y el estadio cubierto Malvinas Argentinas es sede del segundo Zona Rock.Como esas casitas de muñecas, la puesta escénica de A propósito está conformada por una vivienda de dos pisos, con terraza. A falta de paredes, todos podemos pispear los movimientos de sus habitantes. De la terraza sale a cantar un fauno, un Adrián Dárgelos con calzas azules, que irá descendiendo a la planta baja de la casa con gracia jaggeriana. Allí lo espera la mayor parte de los habitantes del "bulo", de esa especie de "aguantadero" que construyó la banda para sentirse cómoda, una vez más, en el Luna Park. Aunque, en una de sus pocas intervenciones extra musicales, el frontman dirá: "Siempre me siento cómodo, hasta cuando no debería".El concepto de presentación oficial del disco está, pero, lejos de convertirse en algo obvio, funciona como disparador no sólo para renovar la lista de temas, sino también para jugar con las nuevas canciones. Partiendo de la inicial "Flora y fauno", las diez nuevas tendrán su momento en la noche del sábado. Unas sonarán como en el disco; otras aprovecharán su potencial de tema para la pista de baile y todas se engarzarán con el material clásico de la banda. Así, la flamante "Ideas" se acomoda entre los westerns de "El ídolo" y "Cuello rojo", o...