¿Nadie oye las sirenas de las ambulancias?

Los choferes que manejan las ambulancias de emergencias en la Capital no sólo deben lidiar con la urgencia para llegar a tiempo a destino, sino también con los automovilistas que obvian las sirenas y no se mueven de los carriles que ocupan en la calle. Algo que no sucede en otras ciudades del mundo. Un ejemplo de esta dificultad ocurrió días atrás en la avenida Santa Fe y Jorge Luis Borges, en Palermo. Allí, una ambulancia con las sirenas encendidas tardó varios minutos para lograr que los conductores particulares que la rodeaban reaccionaran frente a esta emergencia sanitaria y le dieran paso. Era desesperante ver que nadie se solidarizaba. Recién cuando el semáforo cambió del rojo al verde la ambulancia logró seguir su camino. Seguramente, los automovilistas deberían releer aquellos puntos del manual de educación vial sobre cómo actuar ante la presencia de un vehículo médico, policial o de bomberos. O tal vez ya lo sepan, pero prefieran esperar cómodamente a que otro tome la iniciativa. El problema es que en este caso puntual cada segundo vale una vida...