Montesquieu y Alberdi (extensión de los espacios de sus reflexiones).

AutorJorge Batista
CargoAbogado. Asesor sindical

Fue en Francia que renació el tiempo de los filósofos y los pensadores, en el que los intelectuales encontraron su época y tuvieron influencia singular. Llegó la estación de "las luces" y la Ilustración que, con el tiempo, calificamos de Iluminismo. Este se caracterizó por la ponderación de la naturaleza, la razón, la igualdad, la libertad, la separación de la religión que propiciaban fuera "natural" y la moral laica. Fue tal Iluminismo la fuente del Despotismo Ilustrado. El paso inmediato ulterior fue la Revolución Francesa y la democratización del Poder, reconociendo la soberanía del Pueblo.

Ubicar en el tiempo los pensamientos políticos que hoy gobiernan el mundo, tanto en las relaciones que cualquier estado mantiene con sus habitantes o entre sí en la llamada comunidad internacional, no es una cuestión que deba especialmente creerse como añeja o antigua Está entre el siglo XVIII y el XX, aproximadamente, o sea más o menos trescientos años. Sus raíces, antecedentes y desarrollos primarios constituyen otra cuestión y, para ello, habría que recorrer el pensamiento Universal, lo que no es el propósito de este trabajo. Las realidades que vivimos, en términos de espacios políticos, para las personas alcanzadas, tienen tres escalas: el propio país, la región que integra y el mundo propiamente dicho.

Para la franja histórica que consideramos (trescientos años) no cabe perder de vista la existencia del "mundo nuevo" (América, África y Oceanía) y su dominación colonialista efectivizada por países europeos. Asia-Europa tienen entidades y costumbres culturales, diferenciadas y se van interrelacionando por un muy antiguo y activo intercambio comercial.

Las monarquías de origen divino y hereditarias a más de vitalicias, fueron las que gobernaban y administraban el poder en Europa y en Asia. Imponían las contribuciones en firme alianza con el poder religioso que contaba con grandes propiedades, no sólo urbanas sino también rurales junto a la nobleza y explotaban las tierras con variantes esclavistas de mayor o menor intensidad por la vía del trabajo ajeno, tomando parte de la producción. Los que ponían el trabajo sumaban a ello, su dignidad propia, la de su grupo familiar y la de la ulterior descendencia. Coexistía una necesaria burguesía. Otros sectores sociales eran los navegantes, mercaderes y funcionarios administrativos, que también y por distintos mecanismos, resultaban engranajes de la maquinaria gobernante. Dentro de la nobleza -y también en...

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