El momento de decir: ahora me toca a mí

Los 40 me pegaron con el cuestionamiento de lo que habían sido mis vínculos y, por eso, escribí Los muertos de mi placard , que fue la búsqueda de todos mis ex, para preguntarles por qué no habían prosperado las relaciones. Fue una crisis, pero en el sentido que utilizan los chinos, una crisis de oportunidad para plantarse desde otro lugar a analizar.Los 40 son el mejor punto de una mujer: se encuentra más plantada, tiene experiencia en vínculos de todo tipo (familiares, de amistad, de pareja) y esa experiencia le permite ubicarse de otro modo en la vida y resolver las cosas de otra manera. Un amor que no funcione a los cuarenta, probablemente, no te desestabilice como ocurría a los veinte o a los treinta. Es el conocerte a ti mismo en todo sentido, a los 40 te conocés bien, sabés lo que querés y no querés de cada vínculo, lo que querés y no querés de cada laburo, es como que las cosas toman una dimensión más cualitativa.Los 40 son un punto de inflexión y marcan un antes y un después en la vida de una mujer. En un hombre de repente ocurre un poco después, pero en la mujer aparece la necesidad de una transformación, es el momento de decir: "Acá estoy, puedo hacerlo". Y cuando hablamos de lo cualitativo, surge el tiempo de "Ahora me toca a mí". Cuando uno es más joven, tiene otra dimensión del tiempo, cree que es infinito y pierde...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR