Mellizos, tangueros y compadritos

En el ambiente del tango, los mellizos Filipelli son conocidos desde hace rato; bailan desde los catorce años y pasaron por las compañías de Julio Copello, Leonardo Cuello, Roberto Herrera y Mora Godoy. Pero nunca habían tenido la repercusión que lograron ahora, tras ser finalistas en el último Mundial de Baile, certamen en el que quedaron en el cuarto lugar. "Pegó mucho lo que hicimos. Nunca lo hubiéramos imaginado, pero tuvimos muy buena aceptación del público, de bailarines grossos y del jurado. Tenemos que aprovechar esto de ser mellizos, porque en el ambiente del tango somos los únicos y es algo totalmente diferente de la típica pareja de baile", cuenta Nicolás.Nunca una pareja de hombres había llegado a esa instancia decisiva: su rutina en espejo con el tema "Bordoneo del 900" en versión de Color Tango dejó boquiabiertos a jurado y público. "Tenemos algo genético que hace que los movimientos, las pisadas y la caminata sean muy parecidos. Eso te favorece al estar en el escenario", cuenta Nicolás."La idea era marear al público con quién era quién. Nos hubiera gustado hacer la típica escena de la peli El gran truco que parece que es la misma persona en dos lados. Pero para la final tuvimos que achicar la puesta. Nos gustaba jugar con la idea de marear y hacer algo sorpresivo a la vez", completa en eco Germán.Fueron dos meses intensos de ensayo para lograr la estética que ahora define a Los Twins y que los llevará de gira por Corea y por festivales del interior del país. "Somos dos hombres y no podíamos bailar femenino, así que laburamos la estética de los milongueros de antes, cuando se juntaban a practicar y tirar pasos entre ellos. La coreografía no es moderna, tiene la caminata milonguera, los ochitos, los saltitos, y evitamos los yeites de escenario. Descontracturamos el baile, porque el tango tampoco tiene que tener tanta seriedad y sufrimiento. Pasa por un montón de sentimientos."Esa coreografía con estética de arrabal y trucos fuertes, como planeos, saltos y corbatas, colocó a los mellizos Filipelli en el mapa mundial de bailarines de tango de la nueva generación. "La coreografía la armamos nosotros, pero Alberto Goldberg (director del festival Cambalache) nos ayudó mucho. Fue el que nos dijo: «Bailen como hermanos y bien a tierra. Bien gauchesco». Esa mirada nos ayudó mucho para no irnos al extremo del tango escenario. Es una mirada relajada, no tanguera. Es más teatral, más abierta, más de vanguardia."Con 29 años, los mellizos Filipelli tienen...

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