La Marcha del Silencio

El oficialismo sigue sin entender las graves responsabilidades políticas, morales y jurídicas que ha asumido por . La convocatoria a la Marcha del Silencio, inicialmente promovida por grupos ciudadanos a través de medios digitales y asumida como responsabilidad propia por quienes habían sido pares de Nisman, ha puesto al desnudo la insensibilidad gubernamental ante el caso que ha estremecido a la sociedad y provocado vasta repercusión internacional.

Los fiscales que se han hecho cargo de la invitación a la marcha del próximo miércoles, a las 18, entre el Congreso y la Plaza de Mayo, con escala ante , han dicho con reiteración que los movilizan dos objetivos. Uno: el homenaje al colega desaparecido, por quien, dicho sea de paso, la Presidenta no tuvo una sola palabra de consternación en medio de la catarata de manifestaciones autorreferenciales con las que se permitió divagar respecto de la extrema gravedad del hecho. Otro, elevar al silencio como símbolo de paz en una sociedad angustiada y a fin de que de ese modo se contribuya a suscitar el ámbito de trabajo indispensable para una investigación que debe concluir con el esclarecimiento de lo que en verdad ocurrió en el departamento de Nisman, en Puerto Madero.

Los principales candidatos presidenciales de la oposición han anunciado la decisión de sumarse a la marcha. Harán bien, tal como algunos de ellos lo han anticipado, en hacerlo a título personal. Cabe esperar por igual que sus seguidores prescindan de banderas y consignas partidarias. Con ese mismo espíritu tendrán que alinearse en la concentración y recorrido las huestes sindicales que han comprometido su asistencia. El gremio del personal judicial, asociado a la CGT, cuya secretaría general ejerce Hugo Moyano, ha estado al lado de los fiscales que se presentaron como la cara visible de la organización de ese acto callejero de tanta significación republicana.

Como una expresión más de la desorientación con la cual el Gobierno ha seguido el curso de los acontecimientos después de descubrirse la muerte de Nisman, primero sus voceros atacaron a los fiscales convocantes de la marcha; después, apuntaron contra los políticos que anunciaron su comparendo al acto.

Los fiscales adictos al oficialismo, nucleados en Justicia Legítima, han calificado la marcha como una divisoria de aguas sobre la reforma promovida por el Gobierno sobre el servicio de inteligencia del Estado y la reforma del Código Procesal Penal. No habría mucho para discutir...

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