Malvinas. Dos maestras, un pizarrón magnético y el plan con el que la Argentina casi conquista las islas

PUERTO ARGENTINO.- Hacia el oeste, en las afueras de esta ciudad, junto a la pista de carreras de caballos, una casita guarda los secretos del período en que la Argentina más cerca estuvo de asumir el control definitivo de las islas. Y no, no fue en 1982 . Fue mucho antes, cuando dos maestras encarnaron el rostro de la Argentina.

La casita, sobre la calle Race Course Road era -y sigue siendo- sencilla. Base de material, paredes de madera, techo a dos aguas, pequeño jardín limitado por una cerca, y vista a la bahía. "Pasamos un año lindísimo ahí", resume María Fernanda Cañás, una de aquellas maestras, a LA NACION.

María Fernanda Cañas viajó a las Malvinas desde la Argentina para enseñar castellano

"Dábamos clases en el colegio primario y secundario, y como en cualquier aula, había los que mostraban más o menos interés, y por las tardes dábamos clases a los adultos que quisieran", cuenta Cañás, que por entonces tenía 24 años. "Después, también dábamos clase por radio al ‘camp’, como ellos le dicen al campo, dos veces por semana. ¡Por radio!".

Paisaje nuevo

Hoy, no obstante, para llegar desde el centro de Stanley -como todos llaman aquí a esta ciudad- a la casa de las hermanas Cañás hay que pasar por tres hitos que en 1974 no estaban allí. El primero, el busto erigido en honor a Margaret Tatcher, a quien definen aquí como la "salvadora" de los isleños. El segundo, la calle Tatcher. Porque sí, también tiene una calle. Y el tercero, el monumento erigido en agradecimiento a los soldados británicos muertos en 1982, con todos sus nombres. "En memoria de aquellos que nos liberaron", pregona.

La presencia de las hermanas Cañas en Malvinas era parte de una estrategia tendiente a mejorar los vínculos entre las islas y el continente

Pero aquellos eran otros tiempos. El proceso de acercamiento había comenzado en 1968, pero se aceleró en 1971, cuando el traslado al continente de un isleño por una emergencia médica llevó a la firma del "Acuerdo de Comunicaciones" entre Buenos Aires y Londres. En la práctica, marcó el inicio de un período de intercambio comercial y cultural fluido y frecuente entre las islas y el continente. Hasta que, en 1974, aterrizaron las hermanas Cañás.

"Desde la Patagonia se enviaban frutas y verduras frescas a las islas, y los isleños se atendían en los hospitales de Comodoro Rivadavia, donde los jóvenes iban a estudiar", rememoró Cañás. "Ahí es donde entramos nosotras".

Lord Chalfont, funcionario del gobierno británico, viajó a...

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