Por falta de médicos, cerraron la guardia del hospital Eva Perón de San Martín

La situación de emergencia por la que atraviesa el hospital provincial Eva Perón de San Martín, como consecuencia de la falta de profesionales, la escasez de insumos y los problemas edilicios y de seguridad, es de tal gravedad que los médicos y enfermeros decidieron ayer cerrar la atención en la guardia, una medida extrema que afecta al "corazón" del centro de salud, hasta tanto haya respuesta a sus reclamos."Es lo último que queríamos", resaltaban los profesionales consultados por LA NACION. Ayer por la mañana, el hospital y sus pasillos amanecieron empapelados con improvisados carteles que los médicos nunca pensaron que tendrían que colgar: "Guardia cerrada". Así, alertaban a los pacientes que no podrían ser atendidos.Raúl Ozan, jefe de Emergencias de la guardia del Eva Perón, recorría apesadumbrado los pasillos del hospital. Dice que en los 25 años que trabaja allí nunca le tocó vivir una situación de crisis similar, al punto de dejar al nosocomio sin la guardia externa.En el Evita, al parecer, lo que sobran son problemas y lo que falta es personal. "Necesito, como mínimo, una planta de 200 personas para la guardia, pero faltan 45 nombramientos. Esto, sumado a los profesionales que se enferman o están de licencia por algún motivo imprevisto, no alcanza", se quejó el médico.Una semana atrás, la guardia del centro sanitario no contó con médico clínico ni con psiquiatra para la atención de urgencia, contó Ozan. Como si fuera poco, prosiguió en su relato, los reemplazos que cubren parte de esos puestos vacantes no sólo son insuficientes, sino que no cobran sus sueldos.Infraestructura deficienteA un lado del hospital, considerado de alta complejidad, se erige lo que sería la nueva sala de guardia. Se suponía que a estas alturas de 2013 la obra estaría finalizada, pero hasta el momento es sólo un esqueleto.El jefe de guardia prefería no pensar mucho al respecto. "Me deprime mucho. Sería un lugar ideal para trabajar, un orgullo", resaltó Ozan mientras miraba con nostalgia al abandonado lugar.Basta recorrer la actual sala de atención para comprender el sentimiento del médico. Camillas tajeadas, instrumentos en reparación y puertas rotas por los pacientes, entre otras deficiencias, forman parte del presente de la guardia.La ausencia de un buen servicio de limpieza generó, en tanto, que un enfermero se ocupara personalmente de higienizar las cortinas que cubren...

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