Lionel Messi levantó la alfombra

Alguna vez la Argentina contó con el mejor futbolista del planeta... Y parecía que esa distinción no se iba a repetir. De todos modos, la jerarquía de los jugadores criollos y la validez de sus atributos no entraban en discusión. La predilección por sus condiciones técnicas y por su fortaleza anímica seguía inalterable cada vez que se abrían los mercados de pases. El prestigio no dejaba de ser un bien reconocible, pero los tribunales de premiación nada entendían de eso. El mundo le buscaba cabeza a esa corona de Maradona, pero un futbolista de este rincón del mundo no aparecía entre los nominados. Hasta que irrumpió Lionel Messi para pulverizar los pronósticos más agoreros.Los argentinos no integraban los equipos ideales ni subían al gran escenario para recibir las principales distinciones. El retroceso era evidente. La Argentina estaba desplazada del eje, alimentaba fábulas cubiertas de telarañas y desacreditaba las conquistas ajenas como todo perdedor resentido. Consuelo pobre, al menos en 1999 Gabriel Batistuta había quedado 4to en la elección del Balón de Oro de la revista France Football, detrás de Rivaldo, Beckham y Schevchenko. Vale pegar un pantallazo testimonial por la última década? En 2000 ganaba Figo, Batistuta finalizaba 7mo, Redondo llegaba 18°, y el Piojo López y Verón aparecían en la 27ma posición. Ésa era la realidad, conviene recordarlo especialmente hoy. En 2001 se imponía Owen y los mejores argentinos eran Crespo y Verón, con tres votos en el puesto 16°. En 2002, Aimar y Saviola no atrapaban sufragios. En 2003 vencía Pandev y ni un argentino era nominado. En la gala de 2004, Ayala...