De los lectores: cartas & mails

ReduccionismoLamento el reduccionismo filosófico que sobre el aborto hace el señor Rozitchner: no es a la Iglesia y a los obispos a los que les molesta el tema del aborto, sino que también les molesta a abogados, médicos, instituciones de salud, psicólogos, psiquiatras, científicos, filósofos y demás profesionales que luego tienen que acompañar un trauma muy difícil de superar en la mujer que lo ha sufrido. Creo y respeto la vida desde su concepción hasta su muerte no provocada, y por eso le pediría al funcionario que no genere además una grieta en contra de una institución cuya función natural es la defensa de la vida, de las dos vidas.Isabel GortariDNI 6.699.596PalabrasLas palabras están cargadas de intención, historia y sentido. En el debate sobre el aborto se usan a cada momento las expresiones "a favor" o "en contra" de esa práctica, en el segundo caso con una carga injustamente peyorativa. ¿Se puede estar a favor? ¿Quién está a favor? El aborto es una necesidad desdichada que debe ser tratada antes que nada con políticas de Estado que lleguen a todos, destinadas al menor sufrimiento, el menor impacto emocional y el menor costo. La posición cívica, moral y religiosa de cada uno puede ser respetada, pero una realidad persistente y dolorosa debe ser afrontada con honestidad, sin que las palabras la disimulen.Aurora Alonso de RochaDNI 3.680.596Educación y futuroRescato una frase de la conferencia de prensa del ingeniero Macri: "sin educación pública no hay futuro". Señor Presidente: si seguimos así no hay futuro. Educación pública o privada, no importa, el tema es educación. Por más que lleguen las soñadas inversiones, tenemos una parte importante de nuestra sociedad que está preparada "para nada". Ni estudios, ni oficios, nada. Por favor, le ruego que ponga el mayor interés en la educación. De lo contrario no iremos a ningún lado.Susana de Giannobimailto:sumagia@fibertel.com.arMal de los rastrojosLa distinguida Nora Bär hizo referencia en una de sus columnas a los estudiosos que experimentaron en sus cuerpos para confirmar teorías y procesos de enfermedades y reacciones químico-físicas. Quizá por la falta de espacio haya quedado en el tintero un caso que nos atañe como país. En la década del 60, la "misteriosa" enfermedad de O´Higgins, mal de los rastrojos, virus de Junín o fiebre hemorrágica, mantuvo en vilo a la población. Se hicieron relevamientos urgentes y se formularon hipótesis. Incluso hubo una sórdida campaña de intereses...

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