El juego de Cristina: entre Scioli y Macri

El kirchnerismo tiene la virtud de ser explícito. Hace 90 días, entrevistado por un diario oficialista, enumeró las tres premisas con las que la Presidenta aspira a modelar su sucesión. De Vido dijo: "Nos vamos"; "Seguiremos actuando en la vida pública", y "En el próximo quinquenio seguirá siendo la dirigente más importante del país".El primer axioma significa que la señora de Kirchner ha decidido no tener candidato para las próximas elecciones presidenciales. "Nos vamos" quiere decir que no hay quien pueda reclamar la herencia del esquema de poder vigente. La única candidatura aceptable hubiera sido la de Cristina Kirchner. Pero los resultados electorales del año pasado cancelaron cualquier intento de reelección. Nada que sorprenda.La Presidenta dio una señal tempranísima de que el suyo es un proyecto caudillesco, personal: el 10 de diciembre de 2011 se hizo entregar el bastón de mando por su hija.El segundo postulado, "seguiremos actuando en la vida pública", implica que el kirchnerismo no se percibe como un experimento agotado y que, por lo tanto, procurará fortalecerse en el cuadrante de la izquierda nacionalista, donde se asentó en los últimos diez años. La tenaz resistencia a encarar un programa antiinflacionario de rasgos ortodoxos pretende satisfacer ese objetivo.La tercera pauta ofrecida por De Vido es la más interesante. Si la señora de Kirchner seguirá siendo la figura más relevante para los próximos cinco años es porque, cualesquiera que sean la identidad y el respaldo electoral del próximo presidente, el kirchnerismo resolvió menoscabarlo desde ahora.A la luz de estos supuestos, esperar que Cristina Kirchner realice un ajuste para que quien la suceda reciba una escena ordenada es un error. Sólo una crisis de reservas que amenazara su estabilidad la forzaría a abandonar la orientación populista de su gestión económica. Tal vez no tenga otro remedio. Sobre todo desde que los chinos confirmaron que el swap de monedas se habilitará con cuentagotas. Quizá la Presidenta quede atrapada más a menudo en contradicciones bochornosas. Por ejemplo: ¿a qué capítulo de esta transición nacional y popular pertenecen Sergio Berni y su gendarme "carancho"? El trotskismo no esperaba tanto de la recesión.Más allá de su verosimilitud, la estrategia expuesta por De Vido es, desde el punto de vista del PJ, minoritaria. Fue pensada para beneficiar a los que se van. No a los que aspiran a quedarse. Así se explica, por ejemplo, que la Presidenta haya consultado sólo...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR