Irregularidades en Expo Milán

Son muchas las irregularidades a las que nos hemos acostumbrado en todos estos años singularmente llamados de la "década ganada". Irregularidades de organización que suelen darse en todos los ámbitos oficiales; por ejemplo, también en el de las exposiciones internacionales. Se trata, en este caso del armado del pabellón argentino en la Expo Milán, muestra que continuará hasta el 30 de octubre.

"Argentina te alimenta" es el ambicioso lema de un stand que se despliega en 1907 m2, con capacidad para albergar a más de 300 empresas y de cuyo presupuesto global para el montaje nadie del Gobierno ha informado, quizá porque toda la organización fue confiada a la Fundación ExportAR, ya que sus tareas no son controladas por la Auditoría General de la Nación (AGN) y, además, porque cada ministerio paga por la parte que le corresponde: por ejemplo, el Ministerio de Desarrollo Social se ocupa de los pasajes y viáticos de los artesanos que hacen manualidades en cooperativas del Norte y de los funcionarios del ministerio que los acompañaron, y Cancillería maneja los costos para sus empleados especialmente destinados allí.

La imponencia de la instalación, con una pantalla de 110 metros y estructuras cilíndricas conectadas que representan silos y un sistema de engranajes –para justificar la presentación del país como uno que "apuesta a procesos de industrialización que agregan valor a las materias primas que produce su tierra"–, ha servido para distraer hábilmente de las formas como se la concretó. Sólo si se estima sobre la base de la construcción, en 2014, del pabellón para la feria internacional de Yeosu, en Corea, que fue de 4 millones de dólares, se puede calcular el de Milán.

Por supuesto, ya ha habido un comunicado de la Cancillería en el que se desmienten estas irregularidades, sobre la base de que los fondos usados para garantizar la participación argentina en la Expo han sido...