La inversión está en el colchón

Vestido con un estilo belle époque o rodeado de un entorno minimalista. Allí, en el centro de la habitación, enfundado con distintos géneros, se esconde el verdadero protagonista. Ningún viajero valoraría los atributos de la ambientación y difícilmente pudiera recordar la calidad del desayuno con la espalda anudada después de una mala noche, incómodo en un mal colchón.No por nada hay quienes, literalmente, invierten fortunas en un buen ejemplar.La firma sueca Hästens, que produce los modelos sobre los que descansan los miembros de la familia real de Suecia, ocupa titulares en los medios del Primer Mundo y gana adeptos con una línea artesanal de dos plazas, cuyo precio supera los 60.000 dólares. Sus colchones, elaborados con crin de caballo y lana, entre otros elementos naturales, fueron creados con el fin de convertirse en los más cómodos del mundo. Se trata, claro, de una oferta a la que acceden apenas unos pocos, y que todavía no está disponible en el mercado local.Aquí, las opciones de colchones con sommier de lujo pueden salir en torno a los $ 18.000, según la cantidad de resortes y la tecnología de confort. La Cardeuse, una de las marcas más reconocidas, suma además camas articuladas, en un rango de $ 18.000 a 35.000. La última, consiste en un colchón relleno con un material similar al látex, que puede estar revestido en cuero, con cuatro articulaciones para acomodar a gusto el cuello...