Indiana Jones y la maldición de la 'bomba' sin llamas

Sergio Massa

"Tic tac, tic tac". El número uno de un banco charlaba con uno de sus abogados sobre la "bomba" económica que acecha por tiempos ya inmemorables y que cada argentino escucha detrás de su oído permanentemente. ¿Explota? La primera definición del banquero que sigue de cerca la dinámica de pesos y dólares fue: "Llegan". Es también una expresión de deseos. La segunda fue un temor. El hombre de negocios observa que, si el oficialismo pierde por muchos votos en primera vuelta, el peronismo use la calle para quebrar la paz social. La tercera es casi un aviso legal. El abogado estimó preciso dejar espacio para el cisne negro: la política se encargó en reiteradas oportunidades de romper las cosas que, incluso en piloto automático, no tendrán inconvenientes en terminar, como el gobierno de Alberto Fernández.

Tal obra podría incluso hasta titularse y tener un protagonista de aventuras en el comienzo de las vacaciones de invierno. El 2 de diciembre hubo un nombre tentativo: "Pronosticando el apocalipsis que no llega", fue el sugerido por el documento publicado por la prestigiosa economista Marina Dal Poggetto, directora de EcoGo. Entonces, Massa era un mago sacando conejos de la galera para evitar el estallido y generando distorsiones que "alargaban la mecha" y acrecentaban la herencia del futuro gobierno (el encargado de pagar las cuentas).

"Massa no tiene plan, no tiene estrategia, pero es un jugador táctico. No importa la irresponsabilidad si se puede ganar. Es como Indiana Jones; cae siempre con el sombrero bien puesto", se ríe un economista sin saber que halló un nuevo personaje de aventuras para definir a un ministro de Economía rescatado de las urgencias argentinas por el cepo cambiario , las expectativas de recambio de gobierno, y bajísimos precios de los activos en el país. Sin intencionalidad, la posible llegada al poder de sus archienemigos se convirtió en el asfalto que baliza actualmente una transición ordenada.

Indiana Jones nunca pierde su sombrero

Pero, ¿existe la bomba sin llamas? ¿Hay bomba sin una gran explosión? Hay que decir que sí. Quizás la mejor metáfora bélica para explicar lo que pasa en la Argentina es la de cuestionada bomba racimo, que no es una gran bomba, sino un gran número de pequeñas bombas que afectan en diferentes espacios y tiempos y sin gigantes llamaradas.

Pese a que el Gobierno la niegue, la foto de esa bomba es de una destrucción masiva. La oposición la describe de la siguiente manera: un Banco...

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