Hermanos de la vida

Julián Tello y Julián Larquier Tellarini se conocieron en el Rojas en un curso de iniciación teatral. Uno tenía 14 años; el otro, 13. "Éramos dos bebotes deformes. Uno, con algunos kilos demás; el otro, lleno de acné", recuerdan. Inventaron un segundo curso fuera del Rojas e hicieron una obra "bastante freaky". Los vio Federico León y se llevó a Tello para El adolescente. Así fue como Tello viajó por el mundo. El otro Julián acaba de llegar del Festival de San Sebastián, donde fue a la presentación de La princesa de Francia, de Matías Piñeiro, que él protagoniza. Tello está filmando la nueva película de Santiago Mitre. Con él, actuaron ambos en El estudiante.Dice Mitre: "Larquier es agudo, punzante, preciso, puede ser frío y despiadado. Tello es sensible, relajado, inteligente, siempre despreocupado y con muchísimo humor. La sensación que me queda después de haber trabajado con ambos es la alegría. Porque lo que comparten y contagian es eso, una sensación de alegría, de divertirse siempre, de disfrutar mucho. Y eso, además de su inmenso talento, contagia".Como si fueran una reproducción de los Esteban (Lamothe y Bigliardi), los Julián también trabajaron de mozos en dos lugares, ambos frecuentados por el músico Axel Krygier. Con el tiempo, los Julián trabajaron con los Esteban tanto en cine como en teatro. Hace unos cinco años participaron en la performanceThe divine comedy, una propuesta inclasificable del coreógrafo Luis Garay. Ahí Tello y Larquier bailaban, cantaban, tocaban y actuaban siempre con ese modo de ser y de actuar entre despreocupado, ajeno, natural (que no es lo mismo que naturalismo) y de una alegría que contagia. "The divine comedy me puso en jaque, eran puras sensaciones. Sirvió para correr prejuicios", recuerda Tello.Larquier recién se sintió actor "de grande", después de una etapa de bajón ("todo me parece una porquería", se decía en plan resentido con la vida). El sentirse actor se produjo cuando estrenaron Los talentos, ese mágico trabajo de Agustín Mendilaharzu y Walter Jakob, sobre tres amigos. "De esos amigos que no se dicen nunca «te quiero», pero se requieren", dice Larquier. En la película Barroco, de Estanislao Buisel (que se verá en el Malba, desde el 19 de este mes), también hacen de amigos.Dice Walter Jacob: "Son una sociedad perfecta y natural. Lo que los une es algún tipo de lazo sagrado, invisible para el...

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