¿De qué hablamos cuando hablamos de mitigar el cambio climático?

El cambio climático requiere dos acciones: adaptación y mitigación

Aunque en ciencia siempre hemos de estar dispuestos a rectificar teorías con los nuevos datos que vayan observándose, las evidencias que tenemos disponibles apuntan a una clara confirmación de que el cambio climático es de origen humano, como dejaron patente los últimos informes del Panel Intergubernamental del Cambio Climático.

Para afrontarlo, existen dos grandes estrategias: adaptación y mitigación. La primera supone diseñar actuaciones que reduzcan los efectos negativos del calentamiento global, mejorando nuestra preparación ante los nuevos escenarios climáticos que se prevén. En resumen, considera que los efectos -o al menos parte de ellos- son ya inevitables.

La mitigación, por su parte, intenta paliar el problema, esto es, trata de promover estrategias que reduzcan la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera. Para ello, existen dos vías: por un lado, bajar las emisiones y, por otro, fomentar la captura de los gases que ya están presentes, ya sea en la vegetación, el agua o el suelo.

Para lograr el segundo objetivo, podemos promover los llamados sumideros naturales de carbono. Sabemos que las plantas absorben CO₂ y almacenan carbono en su crecimiento, mientras que con su descomposición alimentan el carbono fijado en el suelo. Los océanos absorben una gran cantidad de CO₂ que acaba convirtiéndose en depósitos geológicos. Obviamente, reforestar es una buena estrategia de mitigación, a la vez que evitar nuevas deforestaciones y la pérdida de carbono en los suelos. Por ejemplo, a causa de los incendios boreales de alta intensidad.

En cuanto a las acciones de mitigación orientadas a reducir nuestras emisiones, las alternativas pueden calificarse en tres grupos: ahorro energético, empleo de energías de baja emisión y captura de emisiones in situ .

Reducir las emisiones de carbono es fundamental

Ahorro energético

Suelo comentar con mis alumnos que la bombilla más ecológica es la que está apagada. De las famosas tres erres, parece que no nos damos cuenta de que la primera no es reciclar (es la tercera), sino reducir y la segunda reutilizar.

Reducir nuestro consumo superfluo y promover sistemas más eficientes energéticamente son las mejores estrategias para disminuir las emisiones . No estoy hablando solo de cambiar algunos elementos de nuestro modo de vida (que podrían suponer grandes ahorros) sino incluso de cosas mucho más sencillas, como apagar los...

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