Guillermo de Orange: un rey bajo la sombra de dos mujeres

AMSTERDAM.- Siempre inclinado a divertirse, a http://www.lanacion.com.ar/guillermo-de-holanda-t47446le gustaban, cuando era joven, las bromas. En especial le agradaban las que estaban dirigidas a su madre, con la que se peleaba frecuentemente. Por eso, este frustrado piloto de avión solía violar el espacio aéreo del palacio Huis Ten Bosch, en La Haya, para irritar a la reina.http://www.lanacion.com.ar/1549939-el-heredero-que-tuvo-que-madurar, así creció el nuevo monarca de Holanda. Tan públicos y persistentes fueron esos rasgos, a lo largo de los años, que los apodos lo marcan aún hoy: el llamado "Príncipe Cerveza" ("Prins Pils") de hace un par de décadas es hoy el "Rey de 9 a 5", como lo describió el diario NRC Handelsblad, el sábado pasado.Privacidad y autonomía individual, ésas son las dos características que Guillermo hubiese querido siempre tener, y cuya búsqueda muchas veces lo llevó a cometer errores.http://www.hola.com.ar/1428394-maxima-de-holanda-deslumbrante-en-el-dia-del-principeparece haber madurado y transformado lo que antes era una desventaja -su informalidad- en una virtud para dar a la casa real una nueva imagen, más cercana a los holandeses y más terrenal. Y ahora llega al trono con una popularidad inusual para él.De ahora en más, para hacer de esa corona un lugar propio, deberá antes salir definitivamente de la sombra de las dos personas que le ayudaron a dejar atrás esa rebeldía y esa reticencia poco convenientes para un heredero al trono.Deberá, en definitiva, dejar de ser el hijo de Beatriz o el marido de Máxima para ser el rey Guillermo Alejandro, el soberano que mantuvo y enriqueció la sólida imagen construida por su madre, su abuela y su bisabuela. Para ser el monarca que, con su popularidad y su presencia, preservó la casa real de su casi completa ausencia de poder y del contagio de la mala imagen de otras casas reales europeas.A lo largo del siglo pasado, la popularidad de los Orange se basó en su cercanía a los holandeses, en su "normalidad" para vivir, en su ausencia de excesos y ostentación. Así fue criado Guillermo Alejandro.Nacido en Utrecht, en 1967, Guillermo, el mayor de tres hermanos, tuvo una vida de familia y fue a colegios públicos, como hacen sus hijas ahora. Hasta que, un poco por las peleas con su madre y otro poco para obtener su bachillerato internacional, fue enviado a Gales, al Colegio del Atlántico.Luego vino la carrera de Historia en la Universidad de Leiden y una vida de fiesta y diversión que le valió el...

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