Un gran vuelo a la primera aventura

CORDOBA.? La puerta de la calle Juncal es el punto de encuentro de la prensa mundial acreditada para cubrir el Dakar, además de organizadores y directivos. El ómnibus sale rigurosamente a las 8 rumbo a la base aérea de El Palomar, donde el Hércules, otra vez el avión militar que viaja a cada ciudad que finaliza una etapa de la gran carrera, aguarda con el compartimiento trasero abierto.El calor se hace sentir en la pista. El sol del verano ya aprieta y la comitiva, de más de un centenar de personas, realiza sus trámites. Claro, en el mostrador el check-in no es el que habitualmente se efectúa ante una compañía comercial. Un francés, con pocas ganas de hablar español y una lista de apellidos en la mano derecha, anuncia la partida, aunque esta vez la rigurosidad horaria queda diluida y en lugar de embarcar a las 9.30, finalmente una hora más tarde comienza el movimiento rumbo a la gran aeronave, que de afuera parece tan pesada que hay que apelar a la imaginación para creer que puede levantar vuelo.La cola se forma para subir. Cada uno camina con su mochila, su carpa, su bolsa de dormir. Algunos son prácticos y prolijos, otros parecen que se mudan definitivamente mientras hacen equilibrio entre bolsos, bolsitos y demás elementos.Al salir hacia la pista, un montacargas sostiene una plataforma donde...