Amparar del frío con algo más que sopa y abrigo

Apenas ven acercarse al grupo con las bolsas y los termos, Isaías y Gabriel, dos hermanos de 15 y 17 años, dejan los secadores que estaban usando para limpiar parabrisas en el cruce de 9 de Julio y Mitre. Después de un afectuoso saludo, aceptan un vaso de sopa caliente y un par de chocolates. Se sientan en la plazoleta a charlar un rato, cuentan que por suerte la noche no está tan fría como días anteriores, y Gabriel se anima a pedir un ibuprofeno y una frazada porque anda engripado. Antes de irse a Constitución a tomar el tren a Florencio Varela, donde viven en una "casita" levantada con nylon, los chicos pudieron disfrutar de un momento de compañía y distensión. No lo dicen, pero se les nota en la cara.Las recorridas que realiza durante el invierno la Red Solidaria, de lunes a lunes, de 20 a 23, parten de premisas claras: que todas las muertes producidas por el frío son evitables y que las personas en situación de calle, con afecto y compromiso, son recuperables.Cuenta Manuel Lozano, director de Red Solidaria desde hace tres años y uno de los tantos que caminan la ciudad para dar una mano durante las noches de invierno, que hoy los voluntarios en la Capital alcanzan los 800. Y que si se les suma los que colaboran en Rosario, Resistencia, Córdoba y Concordia llegan a los 1200. De todas maneras, Manuel dice que es necesario que se sume más gente, sobre todo, viernes, sábados y domingos, los días de menor convocatoria."Esto empezó en el invierno de 2009, cuando salíamos de recorrida con dos amigos una vez por semana. En 2010, se me ocurrió la locura de hacerlo de lunes a lunes, y fueron 120 días en los que terminaron sumándose 650 personas. Hoy ya somos 1200, y la mayor riqueza es la heterogeneidad: quienes participan van desde chicos de ocho o nueve años que vienen con sus padres hasta personas de 80 años", dice Manuel a LA NACION, durante la recorrida del último viernes.La movida arranca a las 20, en la esquina de Riobamba y Bartolomé Mitre, donde se reúnen los voluntarios que se han comprometido a ir ese día de la semana, con la sola condición de llevar un termo con agua hirviendo. A media cuadra de ahí está el depósito, un subsuelo cedido por la cadena de gimnasios Megatlón donde se guardan las donaciones y se arman las bolsas para los distintos recorridos.Es viernes y se juntan poco más de 50 personas. Manuel reparte las carpetas que detallan las...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR